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A pesar de que la variedad Picual es la más extendida en Bujalance (Jaén) hace una semana se iniciaba la campaña elaborando nuevas variedades de aceituna, más tempranas y adaptadas a cultivos intensivos y superintensivos en el olivar, como la Arbosana, Koroneiki, Oliana, Sikitita o Tosca, entre otras. Según Rafael Félix, presidente de la Asociación Amigas y Amigos de los Aceites de Oliva de Bujalance, 3AOB, estima que, con esta ampliación de unos 20 días y de permanecer la normalidad a lo largo de la recolección y su molturación, la elaboración de aceite para esta campaña 2016/2017 rondaría las 10.000 toneladas procedentes de la molturación de unos 48 millones de kilos de aceituna.
Esta Asociación prevé que se generarán en torno a 160.000 jornales, incorporando los correspondientes a los preparativos, recolección, transporte y actividades complementarias, así como a la elaboración del aceite, incluidas las actividades necesarias para su puesta en marcha y posterior adecuación del aceite en las almazaras.
Asimismo, el Panel de Cata de Aceites de Oliva del Medio Guadalquivir, con sede en Bujalance, ha procedido a la valoración organoléptica de estas primeras variedades obtenidas en la actual campaña y sus previsiones apuntan a “elevados frutados verdes, con niveles medios de amargo y picante, combinando la complejidad con una buena armonía aromática (sobresaliendo notas particulares según la variedad); en boca se confirman dichos atributos, predominando el equilibrio, la persistencia, la fluidez y la suavidad”.
Añaden que en relación con la analítica físico-química, los parámetros de calidad (acidez, peróxidos, Ks, ceras, esteres,...) son bastantes bondadosos, e interesantes los porcentajes de “oleico” y “linoleico” sobre el total de los ácidos grasos: Arbequina 65,58% y 12,56%, respectivamente; Arbosana, 69,77 y 9,97; Koroneiki, 72,71 y 7,98; Oliana, 64,81 y 12,47; Sikitita, 65,99 y 12,34; y Tosca, 69,53 y 10,54, respectivamente.