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Un grupo de Investigadores procedentes del CEIGRAM (Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales, centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ENESA y AGROSEGURO), en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM), han conseguido cuantificar de manera efectiva los impactos de la meteorología, el clima y sus variaciones en los rendimientos y la calidad de los cultivos gracias a modelos informáticos de simulación. Para las simulaciones, que han aplicado con éxito a cultivos de trigo y maíz en la Península Ibérica, utilizan datos de la temperatura de la superficie del mar y patrones conocidos de teleconexión para establecer relaciones estadísticas entre predictores oceánicos y variables atmosféricas.
Estas predicciones estacionales aportan información sobre las condiciones climatológicas más probables durante los tres o cuatro meses siguientes. A pesar de que la naturaleza caótica de la atmósfera limita fuertemente la capacidad predictiva del tiempo meteorológico a partir de diez o doce días, hoy en día es posible realizar pronósticos a más largo plazo en regiones concretas. Para ello, se utilizan componentes del sistema climático que presentan comportamientos con variaciones periódicas lentas, como es el caso de la temperatura de la superficie del mar.
La capacidad calorífica del agua es mucho mayor que la del aire, la razón por la que la temperatura superficial del mar permite hacer estos pronósticos a más largo plazo. Así, cuando una extensa región oceánica presenta valores de temperatura anómalos (enfriamiento o calentamiento), pueden transcurrir varios meses, incluso años, hasta que recupera sus valores habituales.
Tomando esto como base, un equipo de investigadores del CEIGRAM decidió ir un poco más allá y estudiar la influencia de estas predicciones estacionales en los rendimientos de las cosechas. Con la información aportada por la temperatura de la superficie del mar y los patrones de teleconexión, hemos conseguido establecer relaciones estadísticas entre predictores oceánicos y variables atmosféricas (temperatura, precipitación, etc.). Para este estudio, los investigadores de la UPM han contado con la colaboración del grupo de variabilidad climática de la UCM (grupo TROPA). Como consecuencia de este trabajo, recientemente se ha demostrado la capacidad predictiva de la temperatura de los océanos en las lluvias monzónicas de África Occidental, incluyendo los episodios de precipitación más extremos.
Esta metodología de trabajo interdisciplinar con el grupo TROPA se ha aplicado recientemente con éxito en cultivos de trigo y maíz en la Península Ibérica y actualmente se están explorando nuevas aplicaciones, por ejemplo, la predicción estacional de forraje en pastos y praderas en el Macizo Central Francés con la participación del Instituto Nacional de Investigación Agronómica Francés (INRA).