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El miércoles 18 se celebró en Roma, en la sede de la FAO, un evento organizado por el Gobierno italiano con el apoyo de la FAO para profundizar en el conocimiento de la dieta mediterránea y aumentar la concienciación sobre cómo puede ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se trata de el primero de una serie de eventos e iniciativas relacionadas con la dieta mediterránea que se impulsarán entre septiembre de 2019 y hasta finales de 2020.
"La dieta mediterránea promueve la producción alimentaria y los patrones de consumo locales. Fomenta la agricultura sostenible, protege los paisajes y cuenta con una baja huella ambiental" aseguró el director general de la FAO, Qu Dongyu, en la presentación del evento. Dietistas, antropólogos, nutricionistas y expertos de toda índole relacionada con la dieta mediterránea han participado ene acto acompañados de representantes del Ministerio Italiano de Asuntos Exteriores y de organismos de las Naciones Unidas y del mundo académico. La mayor preocupación, luchar por preservar una dieta que se está perdiendo debido a los nuevos hábitos alimentarios que conducen a una cada vez mayor dependencia a la comida rápida y a los supermercados.
El crecimiento demográfico, la globalización, la urbanización y las presiones económicas. A todos estos baluartes señaló el director general de la FAO como causantes de los cambios producidos en nuestros sistemas alimentarios, en nuestras dietas y hábitos de consumo. Las dietas poco saludables, prosiguió Qu Dongyu, tienen "consecuencias alarmantes para la salud y la vida de las personas, así como para las economías de los países". Los alimentos sostenibles, en cambio, "son buenos para el cuerpo y el alma, y constituyen la base para que la gente tenga una vida productiva, sana y feliz", sentenció.