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El sector del aceituna ha lanzado un comunicado en oposición a los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos, en el cual manifiestan su rechazo e instan al Gobierno de España a mostrar firmeza en defensa de los intereses nacionales. El sector al completo, representado por todas las organizaciones agrarias (Asaja, Asemesa, Coag, Cooperativas Agroalimentarias de España y Upa), junto a Interaceituna, han firmado el manifiesto.
El sector de la aceituna de mesa ya lleva tiempo sufriendo los aranceles procedentes de Estados Unidos, puesto que desde agosto de 2018 sufren unos aranceles del 35% que han afectado especialmente a la exportación de aceituna negra, que se ha reducido a la mitad y acumula pérdidas de 60 millones de dólares. La nueva disputa comercial supone una amenaza de nuevos aranceles del 25%, esta vez a la aceituna verde, la única que hasta ahora había estado libre de ataques comerciales. Para las organizaciones, está en juego "la posición ganada en el mercado y las grandes expectativas de futuro en EE.UU., que supone el 21% de todas las exportaciones de aceitunas de España".
Por estas razones, los firmantes reclaman al gobierno que exija a la UE "la máxima firmeza y contundencia ante EEUU" que, más allá de meras palabras, se plasme en medidas concretas, por ejemplo, la ya sugerida aplicación de los aranceles compensatorios por el caso DS108, casi 4.000 millones de dólares que la OMC autorizó a la UE compensar debido al caso FSC de 2002, y que hoy día Bruselas tiene guardado en un cajón. Se plantea, además, que la UE abra una investigación sobre las ayudas que EEUU concede a su agricultura, en busca de una solicitud de imposición de aranceles ante la OMC.
El "ojo por ojo" tendría como meta final presionar a EEUU para que retire los aranceles impuestos y se pueda encontrar otra solución al caso Boeing mediante una negociación. El sector hace hincapié en que "el objetivo principal debe seguir siendo la eliminación de los aranceles", pero que lo prioritario es defender el sector y la unidad de mercado en Europa, puesto que los países competidores directos como Italia, Grecia o Portugal no se verán afectados por las medidas de Trump.