Revista
Por Laura Sandúa, gerente de Aceites Sandúa.
La cosecha en Navarra será inferior en esta campaña. Tanto en la variedad autóctona, Arróniz, como en la zona sur de Navarra, sobre todo en las espalderas de arbequina. Sin embargo, parece que la cosecha de la variedad empeltre, será parecida a la campaña anterior.
Como en Navarra hay una proporción de regadío superior a la de Andalucía, la caída de la cosecha no será tan acusada como en esta comunidad o en la de La Mancha. Lo que sí está claro es que habrá un descenso respecto a la campaña 2018-19, que fue muy abundante, con 27 millones de kg., de aceituna recogida. Los agricultores cifran la caída en un 30%.
Las causas de la caída se pueden atribuir a la meteorología pero también al ciclo del árbol olivo. Normalmente, un año de campaña excepcional es seguida de otra de menor volumen. En cuanto a la meteorología, en Navarra, durante los meses de primavera, se registraron golpes de calor que estropeó la floración del olivo. Y el verano ha sido seco con tormentas intermitentes y fuertes, en determinadas zonas, lo que no favorecen los cultivos de secano, sobre todo. Un otoño algo más lluvioso podría favorecer la campaña, pero, en cualquier caso, el descenso de producción va a ser claro.
En Navarra, la mitad de la superficie cultivada corresponde a regadío que favorece una cosecha de mayor calidad. El aceite de Navarra tiene unas características muy peculiares, porque es el que más al norte de Europa se produce.
Puede leer el artículo completo en el número 178 de Oleo Revista.