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Desde hace años estamos escuchando que Asia es la asignatura pendiente del sector exterior español. La escasa presencia de España en el continente asiático la sitúa en una posición relativamente más débil en comparación con los países de su entorno. De hecho, en 2019, Asia solamente absorbió el 6,7% de las exportaciones españolas. No obstante, Enrique Fanjul, Socio de Iberglobal Consultoría de Internacionalización y Profesor del Máster de Relaciones Internacionales en la Universidad CEU San Pablo, matiza el pesimismo alrededor de esta asunto en su último análisis del blog del Real Instituto Elcano.
En primer lugar, el profesor hace referencia a lo que califica de "circunstancias objetivas" a tener en cuenta. En primer lugar, las diferencias desde el punto de vista no solo geográfico, sino también cultural con Asia. Las relaciones históricas de España con el continente, a excepción de Filipinas, ha sido muy escasa, a diferencia de otros países europeos que han sido potencias coloniales en la zona. Pese a ello, la presencia económica española en Asia ha ido creciendo de manera paulatina desde los años 80 hasta hoy. En la última década, ha habido una evolución palpable en las exportaciones, desde los 1.986 millones de 2009 a un total de 6.800 millones en 2019.
El profesor termina el análisis reconociendo que es encesario un mayor esfuerzo en las relaciones institucionales, y asume que Asia merece una atención importante en los próximos años, puesto que va a ser el principal foco de crecimiento económico del mundo y porque españa tiene un amplio margen de crecimiento. Centrar la vista en Asia -como lleva haciendo el sector del aceite de oliva desde hace tiempo- podría ser una solución, a largo plazo, que contribuya a la recuperación económica que deberemos afrontar los próximos años.