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El punto de partida de la próxima campaña del aceite de oliva en Castilla-La Mancha, cuenta con una previsión de 120.000 toneladas en la región, que es bueno y debería ayudar a que se inicie con “buenos precios, rentables y competitivos”. Así lo señaló el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, de manera previa al encuentro que mantuvo en Toledo con la mesa sectorial del aceite de oliva, representantes con quienes se mantuvo una reunión en julio y en esta ocasión se analizó el próximo pistoletazo de salida de la campaña, la situación sector y las medidas que se adoptan desde las administraciones.
De lo que se trata, dijó Martínez Arroyo, es ayudar para que sea una campaña “estable”, que conlleve una situación “económica sostenible” y que sea “rentable para todos los eslabones de la cadena”.
En el encuentro de esta mañana se analizó la situación del olivar de bajo rendimiento, para el que desde la región se solicító que en la futura PAC tenga un apoyo concreto a través del primer o segundo pilar. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, comentó el consejero, se han mostrado receptivos a la propuesta realizada desde Castilla-La Mancha y supondría un cambio para que se cuente con más ayudas que el olivar intensivo o superintensivo, como venía sucediendo hasta ahora debido a una política basada en los derechos históricos.
Otro de los temas tratados, fue la inclusión en la futura PAC de un ecoesquema para tratamientos de podas, donde se encontraría también los del olivar, lo que supondría una aportación más a la renta de los agricultores.
Como señaló el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural es hacer al olivar de bajo rendimiento “competitivo, rentable y con futuro”, ya que actualmente, supone el 86% del cultivo que tiene Castilla-La Mancha y se encuentra en las manos de 83.000 propietarios, lo que pone de manifiesto el “gran componente social de este cultivo”, finalizó.