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Recientemente se ha publicado en Science of the Total Environment, un trabajo realizado por las investigadoras Esperanza Romero y Laura Delgado, del Departamento de Protección Ambiental de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), el que desarrollan un nuevo carbón activo a partir de los residuos de la producción del aceite de oliva mediante combustión hidrotermal, un proceso de bajo coste.
En esta investigación, realizada en colaboración con otras instituciones, se usan procesos de carbonización para convertir el alperujo (desechos de la producción de aceite de oliva) en carbón activo. Es capaz de retener contaminantes presentes en medios acuosos, derivados de productos farmacéuticos y del cuidado personal, ibuprofeno, diclofenaco (medicamento antiinflamatorio no esteroideo) y especialmente el agente antimicrobiano triclosán. Su potencial de adsorción es comparable a la de otros carbones activos comerciales, aunque estos últimos se obtienen mediante procesos que son más complejos y costosos.
La eliminación de los contaminantes emergentes para la recuperación de fuentes de agua, minimizando el uso de energía y químicos, es una preocupación ambiental mundial. Este nuevo proceso permite contribuir a la eliminación y valorización de los residuos agroindustriales de aceite de oliva, potenciando la economía circular mediante tratamientos específicos de absorción de contaminantes. El personal investigador resalta “la investigación futura se centrará en producir nuevos carbones activados para mejorar su adsorción, capacidad y para diseñar aplicaciones novedosas.”