Revista
Nos ha dejado nuestro amigo Juan Salas Gómez, olivicultor, hijo de olivicultor, enamorado del aceite y del olivar, jefe de panel.
Nacido en Porcuna (Jaén) el 4 de febrero de 1948 y criado entre olivos. Solía decir que su primer recuerdo de la cata es el de los molinos de Porcuna. Juan aprendió a catar antes que a leer.
Estudió Química en la Universidad de Granada y tras una estancia en el Instituto de la Grasa, fue reclutado para trabajar en el Laboratorio Agroalimentario de Córdoba, entonces incipiente, siendo el primer trabajador que se incorporó a esta Institución. Fue pionero en el análisis agroalimentario y como él decía, por ser el primero, pudo elegir dedicarse a lo que más le gustaba: el aceite de oliva.
Fue responsable del área de análisis físico-químico de aceites y fue el primer jefe de panel del Laboratorio Agroalimentario de Córdoba, puesto que ostentó hasta su jubilación.
Muy activo en grupos de trabajo de organismos como el Ministerio de Agricultura y el Consejo Oleícola Internacional. Experto catador, comunicador de las bondades del aceite de oliva virgen. Vinculado siempre al mundo agrario, al olivar y al aceite de oliva, defendió la revolución de la calidad para lograr que nuestros aceites de oliva virgen extra fuesen competitivos.
Bueno, noble, amigo... le recordamos por su sentido del humor, su cercanía y su pasión por el campo y el aceite de oliva.
Descanse en paz.