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Los Países Bajos no es un país productor de aceite de oliva, es reexportador de este producto, entre otros países a Bélgica, Emiratos Árabes Unidos o Alemania. La comercialización del producto mediante los grandes distribuidores se basa principalmente en la marca blanca, capaz de atraer a los consumidores por su buena relación calidad-precio.
Las importaciones del producto se encuentran en alza: en 2021 Países Bajos ha aumentado sus importaciones en un 14 % respecto al año anterior. La comercialización nacional del aceite de oliva también está en alza, ya que los consumidores están sustituyendo poco a poco la tradicional mantequilla o margarina para cocinar y grasas vegetales de otros tipos por el aceite de oliva, según el último estudio de mercado del aceite de oliva en Países Bajos realizado por el ICEX desde la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en La Haya.
Demanda
En cuanto a la demanda, Países Bajos importó 24.000 toneladas de aceite de oliva en 2020, por un valor de unos 92,1 millones de euros. Estos datos le sitúan como el séptimo importador de aceite de oliva en Europa, datos que no se corresponden con la totalidad de la demanda nacional ya que, de las 24.000 toneladas de aceite de oliva importado, unas 5.000 toneladas se reexportaron. Durante 2021, Países Bajos ha pasado de exportar producto por valor de 14,2 millones de euros en 2018 a 20,65 millones de euros, lo que ha supuesto un crecimiento en este periodo de un 46,24 %.
Los principales países a los que exporta aceite de oliva principalmente a Bélgica (5,95 millones de euros), Estados Unidos (5,01 millones de euros) y Alemania (3,53 millones de euros). Curiosamente, también se registra una muy pequeña exportación hacia su proveedor por excelencia, España, su octavo cliente. El año 2021 ha registrado una bajada en valor cercana al 10 % con respecto al año anterior, que confirma la misma tendencia que en volumen.
Consumo en el hogar
Destaca también el incremento total entre el año 2016 y el 2021 del consumo de aceite de oliva por hogar en Países Bajos que es del +30,90 %. Se prevé que la demanda siga creciendo aún más, a un ritmo estable en el periodo 2021-2027. En 2021, el aceite de oliva acapara una respetable cuota de mercado del 69 % entre los aceites comestibles y su crecimiento durante el periodo analizado, un 44,2 %, ha estado incluso muy por encima de la media de crecimiento de todos los aceites. Por el contrario, en el mismo periodo, la cuota del aceite de girasol se reduce del 17 % en 2016 al 12 % en 2021.
Desde el año 2016 el crecimiento de las ventas de aceites en el mercado neerlandés está en auge. Según Euromonitor, las ventas de aceite de oliva han estado basadas en la preferencia de los consumidores neerlandeses por la compra de productos premium y gourmet, principalmente en las áreas metropolitanas.
Según Euromonitor, muchos consumidores neerlandeses tuvieron que reducir su presupuesto destinado a la cesta de la compra a causa de la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Esto desembocó en un aumento de las ventas de aceite de oliva de marca blanca por su precio más económico. Durante la crisis de la COVID-19 también se redujo la demanda del aceite de oliva orgánico, ya que su precio más elevado condujo a los hogares neerlandeses a optar por un aceite no orgánico.
Precios
En cuanto a los precios, el mercado del aceite de oliva se puede dividir en dos segmentos: el de delicatesen y el de productos destinados al gran consumo. El precio variará sensiblemente en función del público objetivo al que se dirija el producto. La relación calidad-precio es un factor decisivo en el proceso de compra del consumidor neerlandés. En la gama de productos dirigida al gran consumo reinan los productos de marca blanca, mientras que en los productos delicatesen se tiene más en cuenta el origen específico, sabor y otras características del producto.
En supermercados, así como en pequeños comercios independientes, puede encontrarse una amplia variedad de aceites de oliva. Esta variedad se refiere a los tipos de envase y su capacidad, al aroma o sabor del producto, al formato de producción, etc. En general, los precios de las marcas de otros países son claramente más altos que los aceites españoles. Destacan especialmente por su precio más elevado los aceites italianos y portugueses. En el caso de los productos delicatesen, el precio sube sensiblemente en todos los formatos de compra. El formato más usado es el de 500 ml y los productos se clasifican en base a los sabores, procesos de producción, país de origen, etc
E-commerce
El comercio electrónico ha crecido un 28 % durante el año 2020 según fuentes de Statista. Del total de las compras online solamente el 3 % (23.700 millones de euros) corresponden a comida y bebida, aunque existe una tendencia alcista en este sentido y es que desde 2015 los beneficios de compras online de productos de alimentación y bebida han pasado de 0,8 % a un 6 % del total de los beneficios del comercio electrónico en 2020.
Debido a la situación excepcional generada durante la pandemia de COVID-19 se aceleraron los procesos de digitalización y a finales de 2021 los beneficios del sector de alimentación y bebidas suponían el 7,8 % del total generado por las ventas online según datos de IRI worldwide. Además, el 60 % de los hogares holandeses compraron comida o bebida online en 2020 según la misma fuente. El canal online será actor principal dentro de la distribución del producto.
En los diferentes canales de distribución activos en Países Bajos en 2022 para la distribución del aceite de oliva, se observa cómo el 93,4 % de la distribución se gestiona desde el retail tradicional y en concreto de los retailers más modernos como los discounters, los supermercados, etc. También destaca el crecimiento de las ventas del e-commerce: si bien están empezando a despuntar, es un mercado muy prometedor.
Perspectivas de crecimiento del sector
Las perspectivas de crecimiento para el sector del aceite de oliva son positivas. Los grandes comercializadores del producto se centran cada vez más en el marketing y las campañas de comunicación en torno a los beneficios saludables del producto, en respuesta a la creciente demanda de los consumidores de tener un estilo de vida más sano. Se prevé un aumento de la venta de marcas blancas como consecuencia de la polarización del mercado y del acceso de nuevos competidores. Aprovechando la sensibilidad al precio que tiene el consumidor neerlandés, las grandes marcas aumentarán su compra de aceites de países del norte del África con costes de producción más reducidos, como Túnez, en busca de producto orgánico más barato que puedan vender a precios similares a sus aceites tradicionales.
Oportunidades para el aceite de oliva español
El mercado del aceite de oliva en Países Bajos se encuentra en expansión. Esto se debe en parte a la tendencia nacional a adquirir unos hábitos culinarios más saludables. El principal motivo del aumento en popularidad del aceite de oliva en los últimos años ha sido la demanda culinaria producida a raíz de la COVID-19.
El aceite de oliva ha dejado de ser un producto exclusivo y orientado en gran parte a un segmento de población con mayor poder adquisitivo, gracias a las campañas que lo promocionan y que recomiendan el consumo de este alimento saludable. Además, España y su producción de aceite de oliva cuentan con una imagen positiva ya consolidada.
La innovación en el producto, así como la comunicación de valores más saludables y respetuosos con el medio ambiente marcarán la diferencia en la comercialización de los productos en los próximos años.