Revista
La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha defendido que el Plan Estratégico de la PAC del Ministerio de Agricultura debe reconocer el olivar como “ecoesquema per se” por su valor medioambiental como inmenso sumidero de CO2, evitando así un “coste más para un sector “que está atravesando tiempos muy difíciles” por la escalada de los precios de la energía, los combustibles y los insumos.
Crespo, quien ha clausurado en Loja la entrega de los Premios a la Calidad la Denominación de Origen Protegida Poniente de Granada, ha abogado por adecuar la Política Agraria Común a la situación “de excepcionalidad” que está atravesando el campo. Así, la consejera ha explicado que entre las propuestas que ha trasladado a la Comisión Europea en su reciente viaje a Bruselas está el reconocimiento del olivar andaluz “y sus prácticas medioambientales e históricas”.
“El olivar es algo más que un cultivo, es un motor económico”, ha enfatizado, antes de poner el acento en la necesidad de que el Plan Estratégico de la PAC contemple 12 ecoesquemas y no solo 8 “porque es olivar es un ecoesquema en sí mismo y esto tiene que reconocerse”. Crespo ha advertido que el Plan Estratégico presentado por el Ministerio en Bruselas supone pérdidas para el olivar andaluz y ha detallado que los cultivos permanentes de esta comarca granadina verán mermados sus recursos una media del 7%, un recorte aún mayor para los cultivos de secano -15%- y para los de regadío -16%-.
Crespo ha vuelto a insistir en que se aplace la estrategia "De la Granja a la Mesa" porque “en este escenario de excepcionalidad” provocada por la subida de los costes y los efectos de la guerra en Ucrania, hay que garantizar la soberanía alimentaria “y esta estrategia supone un recorte del 10% en la competitividad del sector agrario”.