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El centro tecnológico Eurecat participa en el proyecto europeo Life Chandelier, diseñado para transformar residuos agroalimentarios en biometano vehicular, un combustible renovable clave en la transición hacia un transporte más sostenible. Esta iniciativa tiene como objetivo principal reducir hasta un 80 % las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático y promoviendo el desarrollo económico de áreas rurales.
“Estamos desarrollando una solución tecnológica flexible, competitiva y respetuosa con el medio ambiente, que permitirá producir biometano de forma rentable y en plantas de pequeña y mediana escala”, destaca Frederic Clarens, director de la Unidad de Residuos, Energía e Impacto Ambiental de Eurecat.
Residuos agroalimentarios como fuente de energía
El proyecto empleará residuos agroalimentarios lignocelulósicos como orujo de oliva, cáscara de almendra, sarmientos de vid y paja de cereales, que serán sometidos a procesos de pretratamiento por extrusión y codigestión anaeróbica. La combinación con otros residuos orgánicos permitirá la generación de biogás optimizado, que posteriormente se convertirá en biometano vehicular trazable gracias al uso de tecnología blockchain.
Tecnología avanzada para mayor sostenibilidad
Life Chandelier incorpora una solución innovadora para la limpieza del biogás mediante membranas hidrofóbicas, una tecnología más eficiente y sostenible en comparación con los métodos convencionales, como el lavado con agua o la absorción química. Además, se desarrollará una modelización digital de los procesos implicados para maximizar la producción de biometano y facilitar su replicación en otros entornos y regiones.
Validación en vehículos de alta capacidad
La calidad y eficiencia del biometano producido será evaluada en un vehículo de alta capacidad (HDV) que recorrerá 120.000 kilómetros durante la duración del proyecto. Este ensayo demostrará la viabilidad del biometano como Bio-CNG para el transporte pesado, una solución clave para reducir las emisiones del sector.
Caso de estudio en la región rural de Matarraña
El proyecto se desarrollará en Matarraña, Aragón, una región rural caracterizada por su intensa actividad agrícola y ganadera. Como uno de los mayores productores de oliva, almendra y vino en Europa, esta área es ideal para demostrar el potencial del biometano en el aprovechamiento de residuos agroalimentarios. Los ensayos tendrán lugar en la planta de biogás de Valderrobres, gestionada por los socios del proyecto GUCO y Genia Bioenergy.
Colaboración para la innovación rural
El proyecto Life Chandelier, cofinanciado por la Unión Europea, reúne a actores clave en los sectores de bioenergía y gestión de residuos agroalimentarios. Coordinado por el Clúster Aragonés de Alimentación y Nutrición, el consorcio incluye entidades líderes como GUCO (Grupo Arcoiris), Genia Bioenergy, Inderen, el Instituto Tecnológico de Aragón y el centro tecnológico Eurecat.
Impacto ambiental y económico
Según la Comisión Europea, la producción de biometano en la Unión Europea podría alcanzar los 350 TWh para 2030, lo que supondría una reducción de 110 millones de toneladas de CO₂ equivalente, aproximadamente un 6 % del esfuerzo necesario para alcanzar el objetivo de reducción del 55 % de GEI. El biometano representa una solución esencial para avanzar en la sostenibilidad del transporte y mitigar el impacto del cambio climático.