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El mercado del aceite de oliva español en Países Bajos ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, respaldado por avances logísticos que han simplificado el transporte internacional. El desarrollo de infraestructuras de transporte más eficientes ha facilitado el acceso a los mercados internacionales, lo que ha permitido que las empresas españolas se beneficien de una mayor accesibilidad al mercado neerlandés y establezcan relaciones directas con importadores y distribuidores en Países Bajos.
Según un estudio, elaborado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en La Haya, el consumo medio de aceite de oliva por persona y por año en Países Bajos ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años, pasando de un consumo per cápita de 0,552 kg en 2019 a 0,491 kg en 2022.
Además, a pesar de la histórica competencia italiana, España ha mantenido su posición como líder en las exportaciones de aceite de oliva a Países Bajos, representando el 57,77 % de las importaciones holandesas en 2022.
Países Bajos se sitúa como el sexto mayor importador de aceite de oliva de la Unión Europea, registrando en 2022 importaciones por valor de 102,03 millones de euros y exportaciones por 27,07 millones de euros. En cuanto a las exportaciones, las de Países Bajos experimentaron un crecimiento significativo, pasando de 12,55 millones de euros en 2018 a 26,74 millones de euros en 2022, lo que representa un aumento del 113,09 %.
Los principales destinos de estas exportaciones son Bélgica, Alemania y España. El puerto de Róterdam desempeña un papel crucial al actuar como punto de entrada y distribución para el mercado europeo, facilitando la reexportación de una gran parte de las importaciones de aceite de oliva.
Por otro lado, la percepción de los consumidores neerlandeses sobre la calidad y autenticidad del aceite de oliva español ha ido en aumento, a pesar de la tradicional preferencia por el aceite de oliva italiano. Esto se debe, en parte, a una mayor concienciación sobre los beneficios para la salud del aceite de oliva virgen extra y a la promoción de la cocina mediterránea como un estilo de vida saludable.
Retos de futuro
Sin embargo, el aceite de oliva español se enfrenta a una serie de desafíos, entre los que se incluyen condiciones climáticas adversas como sequías y altas temperaturas, que han afectado la producción de aceitunas en España. Esta situación ha resultado en una escasez de oferta y un
marcado aumento en los precios, lo que ha obligado a las empresas españolas a enfrentarse a
dificultades financieras y a la necesidad de implementar estrategias para asegurar un suministro estable.
A pesar de estos desafíos, las perspectivas futuras para el aceite de oliva español en Países Bajos son buenas. Se proyecta un crecimiento interanual del 4,69 % en las ventas de aceite de oliva en el período 2023-2028, impulsado por el crecimiento continuo de la población y la creciente demanda de productos alimenticios saludables y sostenibles. Además, el aumento de las compras en línea presenta nuevas oportunidades para los productores de aceite de oliva, permitiendo una mayor accesibilidad al mercado neerlandés y una mayor visibilidad de sus productos.
El aceite de oliva español sigue siendo un producto altamente valorado en Países Bajos, con
oportunidades para las empresas españolas de ampliar su presencia en el mercado y aumentar su participación en él.