Revista
Un innovador estudio de la Universidad Federal de Lavras (UFLA) en Brasil, ha desarrollado un método basado en cámaras de teléfonos inteligentes para evaluar la calidad del aceite de oliva de forma rápida, precisa y ecológica. Esta técnica permite medir parámetros clave como la acidez libre (AL) y el índice de peróxido (IP), factores determinantes en la clasificación del producto.
Un análisis preciso con tecnología accesible
La investigación, parte de una tesis doctoral en Agroquímica, empleó cámaras de smartphones para capturar imágenes de soluciones químicas cuyo color varía según los valores de AL e IP. Estas imágenes fueron analizadas mediante aplicaciones gratuitas que transforman los colores en datos numéricos, permitiendo la creación de modelos matemáticos capaces de predecir la calidad del aceite con alta precisión.
Según Amanda Souza Anconi, autora del estudio, los resultados mostraron un coeficiente de determinación (R²) de 0,97 para el IP y de 0,99 para la AL, valores comparables a los métodos analíticos oficiales. "Estos resultados indican una alta eficiencia predictiva, lo que valida la fiabilidad de nuestro modelo", destacó la investigadora.
Un avance sostenible para la industria olivícola
Uno de los aspectos más relevantes de esta metodología es su impacto ambiental. A diferencia de los métodos tradicionales, que requieren grandes volúmenes de reactivos químicos, esta técnica reduce su uso hasta en un 98%, minimizando residuos y costes.
"La adopción de este enfoque podría transformar la forma en que la industria evalúa la calidad del aceite de oliva, ofreciendo un método más accesible, sostenible y eficiente", explica Anconi.
Brasil y el desafío de la producción de aceite de oliva
Brasil, a pesar de producir menos del 1% del aceite de oliva que consume, se ha posicionado como un mercado exigente con productos de alta calidad. El desarrollo de herramientas como esta es clave para fortalecer la olivicultura nacional y garantizar estándares competitivos a nivel global.
Con la validación de este método, la industria podría contar con una alternativa más rápida y económica para garantizar la calidad del aceite de oliva sin comprometer el medio ambiente.