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La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ha presentado el Informe Económico correspondiente al año 2023, que refleja una desaceleración en el crecimiento de la industria alimentaria debido a la inflación y otras tensiones económicas globales. A pesar de este retroceso, el sector continúa siendo un pilar fundamental para la economía española, manteniendo una sólida capacidad empleadora.
Según el informe, la producción del sector registró un descenso del -2,6% en comparación con el año anterior, siendo este el primer retroceso en diez años. La inflación, junto con la debilidad en las exportaciones y la demanda interna, contribuyó a esta disminución, agravada por episodios de sequía prolongada en España.
El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, destacó el impacto de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, así como la elevación de los tipos de interés, en el consumo y la inversión empresarial, afectando al crecimiento del sector.
A pesar de este panorama, el sector mantuvo un crecimiento positivo en el empleo, con un aumento del 2% en el número de afiliados a la Seguridad Social. La estabilidad laboral se refleja en que el 81,1% de los empleados tienen contratos indefinidos, y el empleo femenino representa el 38,2% del total.
En cuanto a las exportaciones, aunque el valor aumentó un 3,4%, el volumen disminuyó un 6,6% debido a la inestabilidad global. Aun así, España se mantiene como uno de los principales exportadores de alimentos y bebidas a nivel mundial, con una balanza comercial positiva.
FIAB destaca la importancia de proteger un sector vital para la economía española, asegurando entornos estables y políticas que fomenten la inversión y la competitividad empresarial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.