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El aceite de oliva virgen extra es un auténtico zumo de bienestar y, por ello, ASSITOL insta a los consumidores a no renunciar a él. Pero es necesario revisar profundamente el enfoque de este producto para que se valore adecuadamente en el lineal.
Repensar el posicionamiento del aceite de oliva en el lineal, ya no como una mercancía, sino como un producto premium que contribuye decisivamente a la salud de los italianos. La propuesta parte de ASSITOL, la Asociación Italiana de la Industria del Aceite de Oliva, que ve en este momento crítico una oportunidad para reconocer al virgen extra su justo valor, tanto económico como sanitario.
"El escenario que tenemos ante nosotros es, también para la próxima campaña, extremadamente complicado", explica Anna Cane, presidenta del grupo de aceite de oliva de la Asociación: "La reducción de las cantidades de aceite y el aumento de las cotizaciones, en un escenario de inflación e incertidumbre económica, nos hacen temer que los consumidores se alejen de este producto que, por el contrario, ocupa desde hace décadas un lugar de honor en nuestras mesas". Pero, ¿es realmente sólo una cuestión de coste o ha llegado el momento de cambiar nuestra forma de ver el aceite de oliva virgen extra?
El aceite de oliva es algo más que un condimento, y desde luego no es una grasa alimentaria como las demás. La investigación científica ha dado fe de sus beneficios nutricionales y para la salud, que lo convierten en un alimento único. Su principal función protectora concierne al corazón y al sistema cardiovascular, a los que defiende contra la aparición de problemas graves como el infarto y el ictus. Si la Dieta Mediterránea está considerada la más sana y sostenible del mundo, se debe también a la aportación del aceite de oliva.
"Precisamente porque 'rinde' más, en términos de sabor y bienestar, y por tanto vale más, debemos cambiar nuestro enfoque", observa el presidente de los industriales. Este alimento, víctima durante mucho tiempo de ventas por debajo del coste, ha sido hasta ahora demasiado mal pagado. Durante años, la cadena de suministro ha trabajado al límite de la sostenibilidad económica y ha visto cómo se reducían sus márgenes. No podemos seguir tratándola como una mercancía. Al contrario, este es el momento adecuado para marcar su diferencia con respecto a otras grasas y condimentos". Esto no significa olvidar las preocupaciones de los italianos. "Entendemos que los consumidores luchen contra el alto coste de la vida", asegura Anna Cane, "pero como han señalado recientemente importantes representantes del mundo de la medicina y la investigación, comer peor para ahorrar dinero significa gastar más en el futuro para reparar los daños de una nutrición incorrecta".
Hace tan sólo unos días, incluso el Nadef (Nota de Actualización del Documento Económico y Financiero), subrayaba cómo los segmentos más débiles de la población podrían recurrir a productos de menor calidad para reducir la carga del aumento de precios en el presupuesto familiar, arriesgándose al sobrepeso y la obesidad. "Invitamos a las instituciones", relanzó el presidente del grupo oleícola, "a que nos apoyen con una campaña de comunicación sobre la importancia del aceite de oliva virgen extra en nuestra dieta diaria, en beneficio de nuestra salud y de la de la cadena de suministro".
En este momento, el mundo del aceite de oliva, en Italia y fuera de ella, debe asumir responsabilidades concretas. Si queremos trabajar por un posicionamiento en el lineal más cercano al valor del aceite virgen extra, debemos hacerlo todos juntos, implicando a los operadores desde el campo hasta el supermercado. Pero no basta con trabajar como un sistema sólo en Italia, debemos actuar de forma compacta en todo el Mediterráneo, donde el cambio climático está poniendo en crisis a los grandes productores de aceite". En este sentido, Anna Cane también llama a "no olvidar la necesidad de trabajar en la eficiencia de los procesos productivos, invirtiendo en la modernización del sector y en la sostenibilidad para reforzar la competitividad de todo el sector. Sólo así será posible, por fin, dar un nuevo valor a nuestro aceite de oliva".