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Aunque la campaña será menor a la de años anteriores, Víctor Pérez, gerente de la compañía y responsable del particular perfil del aceite de Finca La Torre, estima que se recogerán 350 toneladas de aceituna de una excelente calidad, lo que se traducirá en una producción de 60 toneladas de AOVE de las cuatro variedades que cultivan: hojiblanca, arbequina, cornicabra y picudo
Las adversas condiciones climáticas que han azotado el país en los últimos meses han dado de lleno en el sector oleícola. Las altas temperaturas, las intensas y numerosas olas de calor y la prolongada sequía han obligado a la almazara malagueña Finca La Torre a adelantar la recolección de la aceituna. Así, el que es uno de los proyectos más reconocidos del sector en nuestro país empezó a mediados de septiembre —en torno a 15 días antes de lo habitual— la recogida del fruto con el que produce sus afamados aceites de oliva virgen extra.
Víctor Pérez, ingeniero agrónomo y responsable de toda la producción de estos singulares ‘oros líquidos’, ya ha hecho las primeras estimaciones de la cosecha de este año. Según apuntan sus previsiones, desde mediados de septiembre y hasta finales de octubre —también terminará antes de lo normal—, se recolectarán unas 350 toneladas de aceituna (un 12% menos que en la campaña anterior): 150 toneladas de la variedad hojiblanca —parte de estas proceden de árboles centenarios—, 150 de arbequina y las otras 50 correspondientes a las variedades cornicabra y picudo. En total, se prevé que la producción de los cuatro tipos de AOVE —hojiblanca, arbequina, cornicabra y picudo—alcance las 60 toneladas. Una campaña de producción muy limitada y cuidada que da como resultado un aceite exclusivo y de una calidad única en España.
Estas cifras son menores que las de años atrás; unos números directamente afectados por los fenómenos atmosféricos, cada vez más extremos, que afectan a la agricultura y dañan las cosechas, determinando la calidad del producto final. Sin embargo, el tiempo adverso ha hecho que desde Finca La Torre mimen, más si cabe, sus olivos, ya que son conscientes de que son guardianes de una tradición milenaria cargada de historia. Según Pérez, la prolongada sequía y el caluroso verano han reducido la cantidad de frutos de los olivos y han acelerado su maduración, aunque no ha mermado su calidad, que mantiene ese perfil de excelencia. Como explica el gerente de Finca La Torre, «La aceituna tiene menos humedad y, durante el proceso de elaboración del aceite, perderá menos antioxidantes. Así, el AOVE resultante será más potente, amargo y picante, de excelente calidad y más saludable debido al alto contenido de polifenoles que esperamos».