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El pasado 1 de septiembre, coincidiendo con la celebración de la Expointer, feria de agricultura y equipamiento celebrada en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil, ha presentado el análisis sensorial de las aceitunas identificadas para la producción del aceite de oliva virgen extra en este país, señala que el 84% de las aceitunas que se dicen ser para virgen extra, no lo son. Según Paulo Gustavo Celso, del Laboratorio Federal de Defensa Agropecuária, responsable de la investigación, hay mucha "propaganda fraudulenta, de producto fraudulento".
Celso advierte que hay una diferencia entre el aceite de oliva, que a menudo se venden como virgen e incluso como virgen extra. "Queremos mostrar que, como órgano gubernamental, buscamos sacar este problema a la luz. Tenemos serios problemas con el fraude alimentario, los están enfrentando el programa nacional antifraude del Ministerio de Agricultura, pero también necesitamos que el consumidor participe activamente. Tiene que buscar conocimiento, tiene que interesarse en lo que está consumiendo”, resalta.
La coordinadora general de Calidad Vegetal de este mismo ministerio, la Dra. Helena Rugeri indica que el gobierno está invirtiendo en laboratorios para que se haga más análisis y la información llegue a los consumidores de manera correcta y eficiente. "El papel que nos corresponde a todos, que sabemos, que formamos parte del Mapa o de las instituciones, es educar cada vez más al consumidor", destaca.
Según Juliano Garavaglia, de la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (UFCSPA), quien también participó en el panel, es importante que los consumidores sepan evaluar las características de un aceite de oliva de calidad. "Hay aceites de oliva vírgenes que son buenos y no dañará tu salud. Un aceite virgen extra les traerá beneficios. La gente necesita saber que el aceite para automoción, por ejemplo, también es aceite, pero no se puede consumir. Eso es lo que estos análisis están tratando de explicar y luchar", reforzó. Otra cuestión importante planteada por Garavaglia es la atención a la fecha de vencimiento. "El olivo es perecedero, no mejora con el tiempo", señala.
El presidente del Instituto Brasileño de Cultura del Olivo (Ibraoliva), Renato Fernandes, consideró muy importante realizar la divulgación de datos, y destacó la calidad del producto nacional. Entre los gauchos sigue existiendo una calificación otorgada por Ibraoliva, en asociación con el Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul, para los productos que destacan, por tener una excelente materia prima, sobre todo estos aceites de oliva con todo el potencial sanitario.