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La Junta de Andalucía, a través de su organismo Andalucía TRADE ha organizado la participación en la XXIX Conferencia Internacional de Expertos Oleícolas de Polonia, que se celebró, los días 15 y 16 de junio, en el centro de conferencias Business and Leisure en Falenty, cerca de Varsovia, de un total de 23 marcas de aceite de oliva virgen extra andaluzas de Córdoba, Jaén, Granada, Málaga y Sevilla. El objetivo de esta acción es ampliar la presencia del aceite de oliva en el mercado polaco, que presenta un alto potencial de crecimiento, y donde Andalucía ya es líder de ventas con unas exportaciones que alcanzaron los 12,8 millones de euros en 2022, gracias a un crecimiento del 27,4% interanual.
Con estas cifras, la comunidad concentra más de dos tercios de la factura nacional de aceite a Polonia y se convierte en la región que más crece de las tres más exportadoras y avanza también por delante de la media nacional (+21%).
Diversificación de mercados
Esta acción se enmarca dentro de la estrategia de diversificación de mercados para el aceite de oliva, primer producto exportado por Andalucía al mundo, que el año pasado alcanzó la cifra histórica de ventas mundiales de 3.286 millones de euros, con un crecimiento del 24,3%, lo que la situó también como la comunidad líder de ventas a nivel nacional, con el 76% de la facturación. En el caso de Europa sigue concentrando el mayor volumen de la factura con el 56% del total (1.822 millones) y un crecimiento interanual del 22,9%.
Según los datos de la Comisión Europea, Polonia creció un 4% en 2022 y, a pesar del leve freno en 2023 (+0,7%), se prevé que la economía polaca avance en 2024 hasta un 2,6%, unos datos que se traducen en un escenario de oportunidad para las firmas andaluzas que la convierten, además, en puerta a los mercados de Europa del Este.
Según los datos de Andalucía TRADE, Polonia cuenta con 38 millones de consumidores potenciales, que, además, demuestran cada vez un mayor interés por mantener hábitos de alimentación saludable, como el consumo aceite de oliva, gracias también al aumento de su poder adquisitivo, que impulsa las ventas del aceite de oliva virgen extra.
En este sentido, esto supone una gran vía de negocio para las firmas aceiteras de Andalucía, ya que, además, según un informe de la Universidad de Jaén, Polonia no produce aceite de oliva, por lo que todo lo que consume es importado y la mayoría es de la categoría virgen extra (AOVE).