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Olivares Vivos ha llevado a cabo un gran evento gastronómico, en el que se han podido degustar las 36 marcas de Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) que participan en los proyectos demostrativos de Olivares Vivos y que lucen su sello. Aceites que proceden de las fincas en las que se está recuperando biodiversidad y, a través de ella, mejorando la rentabilidad agrícola.
Encuentro olivarero y gastronómico
La cita reunió a grandes expertos del mundo gastronómico, cocineros y críticos, así como productores de AOVE, distribuidores y otros representantes de entidades del sector oleícola, quienes pudieron conocer la intrínseca relación que existe en estos aceites entre biodiversidad, calidad y buena gastronomía.
Presentado por el periodista y vocal de la Junta Directiva de SEO/BirdLife, Juan Ramón Lucas, durante el evento “Almuerza con Olivares Vivos: El gusto por la biodiversidad” se mostró cómo se elaboran estos zumos empezando desde el campo, en el que se trabaja no sólo para producir los mejores AOVE, sino también para recuperar las especies de flora y fauna que tradicionalmente habían acompañado al olivo y que, en muchos olivares, se han ido perdiendo en las últimas décadas debido a la intensificación agrícola.
Especies que fueron parte consustancial del mismo evento, organizado en el espacio gastronómico “En Bruto”, de Madrid, ya que el otro gran ingrediente que acompañó a las 36 marcas de AOVE participantes en Olivares Vivos fueron las mal llamadas “malas hierbas” que aparecen en los campos y que hoy empiezan a constituirse como producto gourmet en muchos restaurantes.
En primera persona
Como no podía ser de otra manera, en la cita no faltó la visión en primera persona de quienes trabajan día a día para conseguir estos zumos. Han sido muchos los olivareros y olivareras los que han puesto en marcha el modelo de olivicultura Olivares Vivos y que han estado presentes, representados por la voz de Marifé Bruque, propietaria de la finca San José de la Venturera (Linares, Jaén) y gerente de la marca de aceite Finca San José, quien supo transmitir a los asistentes las razones de su apuesta por Olivares Vivos y como como, tras ocho años con Olivares Vivos nos demuestra con su ejemplo que “el olivar es mucho más que aceitunas”.
Cata de aceites por la biodiversidad
Acto seguido, Carlos Ruiz, coordinador del proyecto LIFE Olivares Vivos+, presentó cómo degustar estos aceites de oliva. “El conjunto de aromas agradables que podemos apreciar es lo que llamamos el frutado, estos aromas nos pueden recordar a hierba recién cortada, la planta de tomate, la alcachofa, almendras verdes, etc. Hay frutados que evocan olores más verdes, mientras que otros son más dulces o maduros, como los frutos secos o el plátano. Aquí, cada cual tendrá su propia experiencia, ya que el olfato es el sentido que mayor relación tiene con los recuerdos de la infancia”, explicó, dando con sus palabras paso a los asistentes, para comenzar su propia cata de los AOVE Olivares Vivos.
Malas hierbas y aceites reconciliados con la vida
Aceites que, junto a algunas de las hierbas más comunes que pueden encontrarse por el olivar, coronaron el recetario de los platos especialmente diseñados para la jornada gastronómica por el chef de “En Bruto”, Lucca Simonin. Un menú compuesto por platos inspirados en los aceites y las regiones en las que se encuentra ya implantado el modelo Olivares Vivos: Andalucía, Extremadura o la Comunidad Valenciana. Así, se pudieron degustar desde alcachofas con tierra de aceituna verde, a potaje con collejas, coca con gamba o migas extremeñas. Asimismo, hubo un pequeño guiño gastronómico a Italia con un sándwich de osobuco, país al que, junto a Portugal y Grecia, también se ha llevado este modelo de olivicultura. En total, ocho platos elaborados con AOVE de excelente calidad y plantas que se encuentran en los propios Olivares Vivos.