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La feria Tuttofood ha confirmado el importante papel del aceite al presentar los datos de ExportPlanning, que se refieren a las exportaciones de aceite de Italia a Canadá y EE.UU., destacando los aumentos en este sector hasta el 4,4%. El análisis se hace aún más extenso señalando cómo durante los dos años de pandemia, la demanda mundial de aceite de oliva virgen y extra virgen ha experimentado una nueva fase de crecimiento, cerrando 2021 en 6,3 mil millones de euros (+5,3% en comparación con 2018).
La mayor atención del consumidor sobre los alimentos saludables y sostenibles, así como los numerosos estudios científicos que demuestran los efectos positivos para la salud del consumo de aceite de oliva, dieron un nuevo impulso a la demanda de este producto en todo el mundo.
Los datos de ExportPlanning que recoge Tuttofood muestran la geografía de los mercados con mayores incrementos en términos absolutos. El crecimiento de la demanda de aceite de oliva virgen y extra virgin está muy diversificado: además de los mercados históricos como Estados Unidos, Italia y España, otros países han mostrado un aumento progresivo de la demanda. La atención se centra en la demanda de Europa y de toda la zona centro-oriental y en el dinamismo que caracteriza al mercado turco, el país que más ha aumentado su demanda, pasando de 7 millones de euros en 2018 a 70 millones en 2021. Le siguen Portugal (+44,5 millones de euros), Alemania (+44,1 millones de euros) y Francia (+16,5 millones de euros).
Tras unos años de dificultades, las estimaciones del Consejo Oleícola Internacional y de Unaprol para la campaña de aceite de oliva 2021/2022 muestran cómo Italia vuelve a subir al segundo escalón del podio, a pesar de un parón en la producción de unas 315.000 toneladas. En primer lugar se encuentra España, con 1,3 millones de toneladas. De hecho, España e Italia representan casi la totalidad de las exportaciones mundiales del producto, cubriendo, según los datos recogidos por Tuttofood, más del 60% de la demanda mundial en 2021. Pero hay otro dato que destaca, el esfuerzo realizado por los países emergentes para aumentar su producción: Argelia (+39%), Marruecos (+35%) y Portugal (+20%).
Italia, con 642.000 explotaciones, 1.133.000 hectáreas cultivadas y 160 millones de plantas, es el segundo productor mundial y -al mismo tiempo- el segundo exportador, con flujos que se dirigen principalmente a Estados Unidos, Alemania, Japón y Francia, pero en general a todos aquellos países del centro y norte de Europa donde las condiciones climáticas no permiten el cultivo del olivo.