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Las grasas y aceites forman una parte esencial de la gastronomía griega, especialmente el aceite de oliva, del cual Grecia es uno de los principales productores mundiales. Esta producción está destinada tanto al consumo nacional como a la exportación. El tamaño del mercado griego, medido tanto en valor como en volumen, se mantiene relativamente estable, como corresponde a un sector en estado de madurez.
En el año 2021 Grecia ha aumentado su importación de todas las partidas arancelarias analizadas con respecto al año anterior, lo que ha supuesto un incremento del 37 % en el total de estas, que se situó en 127 millones de euros. La partida arancelaria más importada es la correspondiente al aceite de girasol, cártamo o algodón, que alcanzó los 78 millones de euros. El país líder en exportación de aceites y grasas comestibles a Grecia en el año 2021, en términos de valor, fue Bulgaria, mientras que España ocupa el tercer lugar, y presenta un gran incremento porcentual de las exportaciones a Grecia en el año 2021. España lidera las exportaciones a Grecia en las partidas correspondientes al aceite de oliva, según el estudio de mercado realizado por la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Atenas.
En cuanto a las exportaciones griegas de grasas y aceites comestibles, en el año 2021 el valor de estas alcanzó los 666,47 millones de euros. La principal partida arancelaria exportada es la del aceite de oliva, por valor de 568 millones de euros. Las importaciones españolas desde Grecia de estos productos ascienden a 25 millones de euros, tras un incremento del 72 % en 2021. La tasa de cobertura total de Grecia para estos productos se sitúa en 523 %, aunque si diferenciamos por partidas arancelarias de aceite de girasol, cártamo o algodón alcanza únicamente el 47 %, mientras que la de margarina se sitúa en el 73 %.
Consumidores
En cuanto a demanda, entre 2017 y 2021 la misma se ha mantenido estable. Se espera que en los próximos años se produzcan ligeros incrementos en el consumo. Con respecto a las tendencias en el sector, dada la relevancia que tienen para los consumidores los efectos que los productos alimentarios pueden tener para la salud, se espera que cada vez se consuman más productos categorizados como “ecológico”, “light”, “orgánico” o, en el caso del aceite de oliva, “virgen extra”.
Con respecto a la percepción del producto español en esta categoría de productos, la misma se ve condicionada por el poco volumen de los productos españoles importados, por lo que no existen marcas españolas reconocibles para la mayoría de consumidores. Esto se debe a que Grecia presenta una gran producción propia de las partidas arancelarias que España más exporta.
Nichos de mercado
En conclusión, a pesar del gran consumo per cápita y de las perspectivas positivas para los próximos años, el mercado de las grasas y aceites comestibles presenta la dificultad de que ya existe una importantísima producción local capaz de abastecer la demanda nacional. Por tanto, el mercado griego, tal y como demuestran las escasas importaciones de este tipo de productos, es extremadamente competitivo en este sector, y está dominado principalmente por las empresas locales. Dicho esto, las importaciones a granel y los nichos para productos de alta calidad claramente diferenciados que entren dentro de la categoría gourmet son las únicas que se observa pueden presentar oportunidades para la oferta española.