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La Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Oliva (ANEO) ha anunciado cierres parciales de las plantas que la componen como forma de protesta por la modificación "radical" que el Gobierno pretende hacer en la normativa energética, que daría "directamente en la línea de flotación del sector". Debido a esos cambios que afectan a las condiciones sobre las primas a renovables, las plantas con cogeneración eléctrica o generación de biomasa procedente del olivar podrían perder "entre el 35 y el 45% de sus ingresos" así como la destrucción de "unos 1.500 empleos directos y 7.500 indirectos", según indican desde la Asociación.
José Luis Maestro, presidente de ANEO, ha explicado que esos cierres tendrán carácter semanal hasta el final de la campaña. El primero está previsto para hoy jueves, 6 de marzo, entre las 8,30 y las 11,00 horas, cuando las puertas estarán cerradas para recibir el alperujo de las almazaras. Se trata de una "medida drástica" a la que se han visto "obligados" ante el panorama dibujado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el borrador de la orden ministerial que complementará el Real Decreto 9/2013.
Esta acción significará "un quebranto muy importante no solo para el sector orujero, sino para toda la familia del olivar", ámbito en el que, no obstante, han encontrado apoyo, puesto que todos forman parte de "un circuito cerrado, sincronizado y muy eficiente" que permite el aprovechamiento y la obtención de valor añadido a subproductos procedentes de la poda, hojas y restos del cultivo o los lodos de almazara.
Según ha explicado, por cada 100 kilos de aceituna molturada se obtienen 20 kilos de aceite y 80 kilos de orujo, de modo que el sector orujero gestiona el 80% de la materia prima que se extrae de la aceituna en una industria que no sólo tiene importancia desde el punto de vista económico sino también desde el medioambiental.
Maestro ha comentado que los cambios normativos previstos inciden de lleno en el sector orujero, puesto que "el 50% de ese 80% de las aceitunas se gestiona en empresas orujeras con cogeneración", un sistema vinculado a industrias, sobre todo agroalimentarias, que necesita del calor producido en la generación eléctrica, mejorando su competitividad y ello sin depender de las condiciones meteorológicas, como ocurre con otras renovables.
"La debilita como negocio empresarial", ha apuntado para añadir que también la generación con biomasa de olivar "la deja completamente herida". Ello es fruto de que la prima actual por kilovatio producido pasaría a reorganizarse en tres ingresos "llenos de incógnitas" que provocan una "inseguridad jurídica de primer orden" puesto que las firmas invirtieron "sobre las premisas del decreto vigente 661/2007 y con un marco regulatorio a 15 años".