Revista
La campaña de recolección de la aceituna de mesa arranca este mes con mejores perspectivas de precios, debido a que hay menos volúmenes, y de las exportaciones, lo que daría un respiro al olivar de verdeo nacional, que en los últimos años está sumido en una fuerte crisis de rentabilidad. Según el responsable de Asaja-Sevilla, José Vázquez, las primeras estimaciones hablan de una producción nacional de 531.000 toneladas de aceitunas de mesa para este ejercicio, un 8 % menos respecto a las 573.000 toneladas del año anterior, con lo que se recuperan medidas habituales en el sector.
En el caso de Extremadura, la caída proyectada será superior, sobre el 18 ó el 19 % menos respecto al año anterior. Este ejercicio se consumirán unas 537.000 toneladas, ha agregado. No obstante, Vázquez opina que en los próximos aforos podrían rebajarse las cifras si no llueve, ya que la aceituna necesita de precipitaciones en la primera quincena de septiembre para que coja tamaño y no se arrugue. El volumen aforado no sólo podría reducirse por la falta de agua, sino también porque muchos agricultores se decanten por el aceite.
"No ha llovido, hace mucho calor y vientos de levante fuertes", lo que puede afectar al desarrollo del fruto, lo cual podría animar a muchos agricultores a desviar parte de la producción de menor calibre a molino para producir aceite (variedades de doble aptitud), más aún cuando las cotizaciones de este alimento han repuntado, indica el responsable de Asaja.
Según las previsiones, este año se recogerá menos de un millón de toneladas, pero se consumirán 1,65 millones de toneladas, lo que ha hecho que los precios del aceite de oliva estén subiendo. "Hay operaciones a futuros para finales de octubre, para los primeros aceites de muy buena calidad, a tres euros el kilo y eso es un aliciente" para que los oleicultores desvíen a molino, asegura Vázquez.
España arrastrará a la baja las cifras de la Unión Europea, que en su conjunto retrocederá un 10% en volumen, según ha remarcado Vázquez.