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El aceite de oliva virgen extra y el pan son dos de los pilares de la Dieta Mediterránea. Al igual que ocurre con el olivo, del que podemos encontrar más de 260 variedades distintas y sus correspondientes vírgenes extra, el pan también ha multiplicado la oferta en los últimos años. Muchos cereales, muchos formatos, muchos panes para muchos aceites de oliva virgen extra. Una de las mejores formas de apreciar todas las propiedades de ambos alimentos. Un nuevo tipo de maridaje en el que el consumidor puede iniciarse siguiendo las indicaciones del embajador de los Aceites de Oliva, Juan Pozuelo:
- El Aceite de Oliva Virgen Extra de la variedad Arbequina, por su suavidad, su sabor dulce combina a la perfección con panes delicados y aromáticos. Toda una “Experiencia” con pan de pasas y naranja, pan de miel o de higos, que también se disfruta plenamente con los panes elaborados de forma tradicional. De entre ellos, algunos de los que más potencian las propiedades de la Arbequina son el Pa de Pagès Català, la tradicional barra, el pan de Escanda o el pan de Ronyó.
- El AOVE de la variedad Cornicabra, por su pujanza y ligero amargor le hacen apropiado para disfrutar con panes de miel, de orejones y pan de frutos secos. Esta variedad también resulta ideal para ser degustada en compañía de panes tradicionales españoles como el Pan de Cea, el de Valladolid (lechuguino) o la chapata.
- El Aceite de Oliva Virgen Extra Hojiblanca, gracias a su suavidad, marida con prácticamente cualquier tipo de pan, sobre todo aquellos con aromas más sutiles como los de especias, de hierbas, de espelta o los de centeno. Entre los panes comercializados en España, los que mejor maridan con los virgen extra de Hojiblanca son los de Alfacar, el bollo Sevillano o la Rosca Gallega.
- El Aceite de Oliva Virgen Extra de la variedad Picual, por su intensa personalidad, animan a disfrutarlos en compañía de panes de miga contundente y de sabores potentes. Tanto los candeales como los panes de cebolla y tomate, y los de queso, resultan idóneos con esta variedad. Lo mismo sucede con los panes de la IGP Pan de Cruz de Ciudad o con otros como la Hogaza de León, el Pan de Pintera y el de Moña. Todos ellos presentan un perfil organoléptico que se disfruta plenamente en compañía de un Picual.