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La capital suiza de Ginebra acogerá del 5 al 9 de octubre la Conferencia de las Naciones Unidas para la negociación de un Convenio que suceda al Convenio Internacional del Aceite de Oliva y las Aceitunas de Mesa de 2005, con el objetivo de que éste vaya más allá de 2015.
El primer acuerdo de estas características se remonta al 17 de octubre 1955 y fue seguido por cuatro acuerdos posteriores, en 1963, 1979, 1986 y el último en 2005. La tarea fundamental de este acuerdo es garantizar el desarrollo de la olivicultura y la mejora de la calidad de los productos obtenidos de la misma, así como la expansión y el aumento del consumo mundial de esos productos. Millones de familias en todo el mundo, especialmente en la región mediterránea, dependen de la cosecha de la oliva.
La composición del acuerdo de 2005 incluye a los principales productores y exportadores de oliva y aceitunas de mesa internacionales, que representan el 98% de la producción oleícola mundial. Las disposiciones del acuerdo son administradas por el Consejo Oleícola Internacional (COI), cuyo papel resulta decisivo en la contribución al desarrollo sostenible y responsable de la olivicultura, ya que además sirve como un foro mundial para debatir cuestiones de formulación de políticas y hacer frente a los retos presentes y futuros de la economía oleícola.