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La expansión internacional del cultivo del olivar en los dos hemisferios del planeta ha llevado a que ya se esté produciendo aceite de oliva durante los 365 días del año en algún lugar del mundo, según el informe presentado por Juan Vilar, vicepresidente de GEA Iberia, en una conferencia en el Instituto de la Grasa del CSIC, en Sevilla. En su intervención, aclaró que ya existen 47 países productores de aceite de oliva en los cinco continentes y ya ha llegado a naciones como China, donde precisamente acaba de comenzar la campaña. Vilar realizó una completa radiografía del sector oleícola a nivel internacional, en la que explicó que el 62% de los 11,3 millones de hectáreas de olivar del planeta están en África y Europa. Además, indicó que el 70% del aceite de oliva producido en todo el mundo procede de tres países, España, Italia y Grecia.
En cuanto al consumo, actualmente se realiza en 164 países de los cinco continentes, aunque más del 60% de la demanda de aceite de oliva se concentra en cuatro de ellos: Italia, España, Estados Unidos y Grecia. En este sentido, Vilar señaló que más de ocho de cada diez kilos del producto se consumen en los propios países productores, “lo que deja claro que la expansión del cultivo es una de las estrategias más eficientes para conseguir que aumente el consumo a nivel internacional”.
Con referencia a la campaña 2015/2016, las previsiones del Grupo GEA indican que la producción mundial podría alcanzar los 2,63 millones de toneladas, lo que supondría un incremento del 10% respecto a la campaña interior. Sin embargo, esta cifra implica un descenso del 6% respecto a la media de las últimas cinco campañas, aunque los datos finales pueden variar en función de las circunstancias climáticas de los próximos meses.
Este dato mundial se explica por la previsión de descenso de producción en países como Túnez, Grecia o Turquía, mientras que España verá incrementada su producción junto a Italia o Argelia, estas últimas en menor medida. Respecto a la demanda, dependiendo del enlace con que se termine la actual campaña y de la evolución del consumo mundial, podría resultar muy ajustada en su abastecimiento.
Finalmente, Juan Vilar propuso medidas para mitigar los efectos de la vecería, siempre dependiendo del tipo de olivar, y apostó por la promoción cualitativa del producto desde el mayor de sus rangos con el fin de conseguir la expansión del consumo a nivel mundial. “Esto abre la oportunidad de consumo a todas las categorías de aceites que dentro del sector internacional de aceite de oliva necesariamente conviven”, manifestó.