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Desde ayer, 31 de mayo y hasta el próximo 31 de agosto, se pueden solicitar las Ayudas a la Modernización de Explotaciones, gestionadas por la Junta de Andalucía y pagadas con fondos europeos, y que contemplan un presupuesto que supera los 29 millones de euros, cantidad cofinanciada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el Gobierno y la Junta de Andalucía. De este dinero, 19,5 millones están destinados a inversiones para mejorar el rendimiento y la sostenibilidad de las explotaciones agrarias en general, mientras que más de 10,2 millones van encaminados específicamente al sector olivarero.
Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja-Jaén, considera que “se trata de una cifra ridícula si tenemos en cuenta que estas subvenciones se destinan a la inversión que modernizará, reestructurará o reconvertirá la explotación”. Con estas ayudas se paga hasta el 70% de la inversión para modernizar una explotación y hacerla más eficiente y sostenible, lo que supone un máximo de 120.000 euros de máxima subvencionable por beneficiario. “Con diez millones, y teniendo en cuenta el peso del olivar en Andalucía, poco se va a poder hacer y nos tememos que serán muchos los que queden fuera de esta convocatoria, al igual que sucedió en 2014, cuando quedaron fuera el 85% de las solicitudes”, añade el gerente y portavoz.
Por otro lado, critica que se haya dejado fuera de estas ayudas a las comunidades de bienes. No en vano, en las bases de este año se ha incluido un requisito que no se contemplaba en el borrador de las bases reguladoras que fue sometido al trámite de audiencia, disponiendo ahora una nueva obligación en cuanto a que todos los participantes de la agrupación deben estar afiliados al Régimen de la Seguridad Social que corresponde a la actividad agraria. Sin embargo, anteriormente se contemplaba que “al menos un comunero lo cumpliera”.
Asimismo, desde UPA-Andalucía ponen a disposición de agricultores y ganaderos su equipo técnico en las más de 60 oficinas repartidas por las ocho provincias para tramitar, “de una manera individualizada y profesional” estas ayudas, que “valoramos positivamente por su elevado beneficio para los profesionales del campo, a pesar de lo complejo de su tramitación”.