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Estos meses de sequía y el déficit hídrico anual acumulado han afectado tanto al fruto como al desarrollo del árbol en la DO Sierra de Cazorla, que presenta un deterioro significativo después de muchos meses sin precipitaciones, aunque aún sería recuperable si las ansiadas lluvias llegasen pronto. Así lo apuntan desde el Consejo Regulador que estima en su aforo de septiembre que la cosecha de esta campaña 2016/2017 será sensiblemente inferior a la anterior, rondando las 160.000 toneladas de aceituna molturada frente a las 200.000 toneladas del año anterior.
Se trata de una reducción de las expectativas generadas después de una floración y cuaje del fruto en primavera que resultó óptimo. La reducción esperada no es idéntica en cada uno de los municipios del Consejo Regulador, así en Pozo Alcón y Huesa, municipios con amplias zonas regables, no hay prácticamente disminución, sin embargo en Quesada la reducción es mucho más significativa así como en algunas zonas de Cazorla, Peal de Becerro y resto de términos colindantes con el Parque Natural.
Respecto a la actualidad agronómica de este momento, destacan que hasta ahora los daños provocados por las plagas especialmente la mosca del olivo, y debido a las altas temperaturas, han sido poco significativos concentrándose en las zonas altas junto a la sierra. Los técnicos seguirán estando atentos a su desarrollo a partir de ahora cuando el otoño avance y las temperaturas desciendan.
Por otra parte, en breves fechas y cuando el fruto llegue a su momento óptimo de molturación comenzarán en prácticamente la totalidad de las almazaras inscritas en la Denominación de Origen la obtención de los aceites virgen extra “Premium” de cosecha temprana.