Revista
Entre octubre de 2015 y agosto de 2016 se vendieron al exterior 589.000 toneladas de aceite de oliva, un 2% más que en el mismo período de la campaña anterior, por un valor superior a 2.000 millones de euros, lo que significa un incremento del 9,7%. Estas ventas al exterior representan el 53% de la producción total de aceite de oliva y suponen el 74% del valor total nacional de las exportaciones de aceite (2.744 millones de euros).
Según la consejera andaluza de Agricultura, “a pesar de la buena cosecha anterior, llegamos al enlace con esta campaña con unas existencias bajas”, en torno a 330.000 toneladas a final de septiembre, un 23% por debajo de la media de los últimos cinco años. En cuanto al valor, la titular de Agricultura ha recordado que el precio del aceite alcanzó su precio máximo de los últimos siete años en agosto de 2015 (4,20 euros por kilogramo de aceite de oliva virgen extra) y ha descendido en la pasada campaña, manteniéndose aun así por encima de años anteriores. En septiembre de 2016 el precio del aceite se sitúa en 3,19 euros por kilogramo, un 22% menos que en el mismo mes de 2015 y un 40% más que en 2008.
Ante esta situación, la consejera ha insistido en la necesidad de impulsar la concentración de la oferta y “seguir implantando prácticas comerciales que promuevan un mayor equilibrio en la cadena de valor del aceite de oliva”. Carmen Ortiz ha recordado que la Ley de Agricultura y Ganadería de Andalucía, cuyo anteproyecto fue aprobado el 11 de octubre por Consejo de Gobierno, avanza en este sentido al incluir “mecanismos para evitar prácticas comerciales abusivas y mejorar la relación de la cadena”.
Esta necesidad también viene ratificada por empresas del sector, como Interóleo para quienes “el mejor camino de futuro para el sector es la concentración en estructuras sólidas, fuertes, con dimensión y profesionalidad para conseguir que los precios no bajen de los tres euros de media, una cantidad por encima de los costes de producción que consideramos razonable para garantizar la renta de los olivareros”.
UPA, por su parte, valora satisfactoriamente que la Junta de Andalucía abogue por la concentración de la oferta y que en el anteproyecto de Ley de la Agricultura y Ganadería haga un especial énfasis a la lucha contra la venta a pérdidas, aplicando al máximo la Ley de la Cadena Alimentaria para evitar las prácticas abusivas por parte de la gran distribución que tanto daño hacen a los productores y que pueden desequilibrar los precios. Además, “vemos con buenos ojos que se incrementen las multas a aquellas grandes superficies que oferten aceite de oliva por debajo de los costes de producción, ya que estas prácticas lejos de mirar por el consumidor solo tienen en cuenta aumentar el margen de beneficio final en el conjunto de la cesta de la compra”, aseguran.