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En la mañana de este miércoles, se ha llevado a cabo una reunión en Sevilla cuyo objetivo ha sido valorar el sector del aceite de oliva en Andalucía, señalar debilidades que mejorar y fijar desafíos por conseguir. En dicha convocatoria han estado presentes el Secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, el Presidente de la cooperativa agroalimentaria Dcoop, Antonio Luque, y el Consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro.
Todos los comparecientes han valorado lo positivo del esncuentro, y se han mostrado abiertos al diálogo y a trabajar juntos en la misma dirección porque, como ha expresado el consejero Rodrigo Sánchez “en el sector del aceite de oliva en Andalucía no podemos ser rivales, jugamos todos en el mismo partido, por tanto, hay que trabajar conjuntamente para ser más fuertes y conquistar nuevos mercados”.
Dicho asunto no es baladí, hablar del sector del aceite en Andalucía es ocuparnos de una actividad productiva en la que somos líderes mundiales. Pero, ciertamente, ese liderazgo no nos exime de enfrentarnos a un futuro incierto con un mercado y una producción globales en los que la oferta y la demanda comienzan a desigualarse, con frecuentes oscilaciones de precios. En estas circunstancias, ha señalado Miguel Cobos, “las explotaciones familiares son las que sufren con mayor intensidad los problemas que trae consigo esta globalización, siendo necesario articular medidas específicas de apoyo para ellas”.
Uno de los desafíos planteados es el de apostar por una verdadera vertebración del sector, trabajando por la mejora de los canales de comercialización del aceite de oliva. Como ha remarcado el secretario de UPA Andalucía, “hay que apoyar y promover la creación de estructuras que permitan la concentración de la oferta, solo de esa manera se puede reforzar la postura negociadora de los productores frente al reducido número de agentes de compra”.
Antonio Luque, considera clave “que los propios agricultores puedan aplicar el valor añadido a su producción, trabajando en la calidad y la innovación, para que sean los protagonistas y no solo nuestro volumen de producción sea líder, sino que también lo sean nuestras empresas en el mercado mundial. Solo de esta forma podremos marcar las pautas y estrategias comerciales”. De hecho, el presidente de Dcoop ha estimado que “la producción de aceite de oliva aumentará en más de 500.000 tn. en los próximos años, por tanto, el sector productor debe estar preparado para llegar y atender a nuevos mercados”.
La necesidad de que el sector productor debe hacerse un hueco cada vez más importante en la comercialización y distribución de sus producciones para asegurarse de que recibe un precio justo por su producto. Por ello, es imprescindible que se trabaje en la promoción de los productos, tanto a nivel nacional como en la UE y en terceros países. También hay que buscar la apertura de nuevos mercados que aseguren la continuidad y viabilidad del sector. A este respecto, Sánchez Haro ha mostrado la disponibilidad y apoyo por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural para articular las medidas y ayudas que contribuyan a esa expansión e impulso del sector.
Cobos ha apuntado, “es necesario luchar por revalorizar el aceite de oliva como producto de calidad, evitando que se convierta en producto reclamo y así, impedir que la decisión de compra esté basada en el bajo precio del mismo”. En esta línea, se precisa que la legislación permita la mejora de la cadena del sector agroalimentario, así como cambios en la formación de precios del sector olivarero. Solo de esta manera, el productor podrá recibir unos precios justos, por encima de los costes de producción. Además, habría que implantar fórmulas para una posible autorregulación sectorial.
Por último, todos los intervinientes consideran primordial que los grupos de concentración de oferta tiene que buscar fórmulas para llegar a alianzas estratégicas y de colaboración con el objetivo de conseguir el mejor precio para el productor por la venta de su aceite.