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La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia que los precios en origen del aceite de oliva virgen extra en España se han situado durante la primera semana de febrero un 58% por debajo de los registrados en Italia. Los últimos datos ponen de manifiesto que en la semana del 1 al 7 de febrero el precio medio del aceite de oliva en origen se pagaba a 2,46 €/kg y a 2,62 €/kg el virgen extra. Son precios que se encuentran por debajo de los umbrales de rentabilidad, tal y como ya alertaba el mes pasado la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), que en un estudio de 2012 fijaba en 2,73 euros el coste medio para producir un kilo de aceite. Estos precios llaman aún más la atención si los comparamos con los registrados en Italia, donde el virgen extra se situaba en la misma semana (5 de febrero) entre 6,10 y 6,20 euros el kilo, según los datos de la Cámara de Comercio de Bari.
La situación de reducción de producción de aceite de oliva en el resto del mundo, debido a la vecería del olivar y a los temporales, todavía no ha repercutido en una subida de precios en España. Y según ponía de manifiesto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación durante la celebración de la 36ª Mesa Sectorial del Aceite de Oliva y la Aceituna de Mesa, las cotizaciones de la categoría virgen extra en todos los mercados internacionales son superiores a las existentes en España.
Según el POOLred, el año 2019 comenzó, con un precio medio del aceite de oliva de 2,51 euros el kilo en origen y de 2,65 euros por kilo el virgen extra, lo que significa aproximadamente un euro menos que un año antes, cuando el precio medio del aceite de oliva era de 3,56 euros/kg y el del virgen extra, de 3,62 euros/kg.
Desde la organización se vuelve a hacer un llamamiento al sector y a la venta ordinaria de aceite por las cooperativas, para que no se venda el aceite de oliva a precios por debajo de la rentabilidad. Especialmente, porque no se dan las circunstancias para ello. Por un lado, la producción será menor a la prevista, debido al bajo rendimiento del fruto (en la provincia de Jaén, por ejemplo, se espera una producción de alrededor de 600.000 toneladas, frente a las 680.000 previstas en el aforo) y, por otro, el menor volumen de aceite que se espera a nivel internacional, con cosechas incluso un 50% menores en países como Italia.