Revista
Texto: JAVIER DOMÍNGUEZ (Olivares de Miel)
Con más de 30 publicaciones y habiendo llegado a más de 300000 personas en España es difícil si no imposible saber el número de pioneros que han decidido plantar aromáticas entre olivos. Son particularmente numerosos los testimonios de agricultores que quieren plantar lavanda o lavandín entre los olivos.
Estos pioneros no testean el olivar de miel, es decir no comprueban si perjudica a la producción de aceituna, simplemente se arriesgan, pensando quizás que si había vides también puede haber aromáticas. Fran Martínez Raya, de la Asociación Alvelal, plantó en diciembre de 2017 seis tipos de arbustos entre los olivos: lavanda, tomillo, salvia, retama, romero y aulaga. Sus comentarios son importantes para el sector, dice tras casi dos años que las aromáticas no perjudican a la producción de aceituna en su explotación de 9 hectáreas.
También es importante lo que dice sobre la captación de agua y la retención de tierra fértil. Afirma que en las zonas de su olivar donde hay aromáticas no se forman barros tras las lluvias, buena parte del agua se infiltra fortaleciendo al olivar y haciéndolo más resistente. Asimismo no pierde en esas zonas tierra fértil que es retenida por la base de los setos de aromáticas. Diverfarming, por su parte, plantó lavandín entre olivos en la primavera de 2019. Todavía es pronto para saber resultados pero es importante recordar que es una plantación donde se usan pesticidas y que Diverfarming ha hablado con los principales productores de aceite de Jaén para interesarles sobre el asunto.
Es decir, no serán olivares de miel, pero serán muy parecidos. Y la escala de actividad que pueden adquirir puede ser muy importante. Anterior a Diverfarming en el tiempo, pero posterior en su desarrollo, es el grupo operativo Olivares de miel. Acabamos de recibir los fondos para empezar a operar. Nos hemos planteado inicialmente plantar lavandín y romero, también salvia, abriendo el abanico a otras posibles aromáticas como mejorana, salvia y cantueso. La idea es proporcionar a los polinizadores varias floraciones consecutivas para que las colmenas puedan permanecer todo el año. Asimismo se trata de facilitar la presencia de otros insectos que actúen como plaguicidas naturales. El beneficio ecosistémico de los polinizadores es claro, favorecen toda la biodiversidad de la zona alejándola de situaciones límite. Y en ese contexto los aceites esenciales proporcionan un ingreso extra al olivicultor.
Vamos a plantar ahora, de aquí al final de año, para empezar a monitorizar el asunto de la simbiosis productiva aromáticas – olivo, y también la interrelación de los polinizadores con el entorno. Dentro de tres años podremos comprobar de forma fehaciente que las aromáticas no perjudican a la producción de aceituna, certificando científicamente al sector este avance.