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La UPA ha presentado el Balance Agrario de 2019, en el cual se destaca el descenso de los precios registrado en casi todos los sectores agrarios, todos ellos acuciados por este mismo motivo. En el caso del aceite de oliva, el descenso es el más elevado de todos (-23,2%).
Los agricultores y ganaderos "se perpetúan como el eslabón más débil de la cadena alimentaria", bajo la perspectiva de UPA, que acusa a la industria de realizar "movimientos especulativos a su favor" y realizar prácticas comerciales desleales como la venta a pérdidas. A estas dificultades se añaden los problemas externos inherentes al mercado, como la incertidumbre ante el Brexit o los aranceles estadounidenses. UPA señala también los acuerdos bilaterales desde la UE, como Mercosur, que haría peligrar la rentabilidad de las producciones al establecer relación con "países que incumplen la normativa deslealmente". A todo ello se suman los problemas meteorológicos, ya que la sequía ha tenido graves efectos en Andalucía, especialmente en los cultivos del cereal de secano, el olivar de secano, el viñedo y el algodón. Pardójicamente, las lluvias torrenciales han provocado daños en las infraestructuras agrarias.
Por lo que respecta en particular al sector del aceite de oliva, UPA califica de "horrible" el año 2019 debido al marcado descenso de los precios, que empezaron en 3,50€ el kilo y terminaron cerca de los 2€ de media. Traducido en valores totales, hablamos de pérdidas de hasta 1.500 millones de euros. La razón esgrimida por la organización es que en la oferta de aceite en la región andaluza "está muy fragmentada, con pequeños productores y grupos de concentración vendiendo por su cuenta". No obstante, también se acusan los "movimientos especulativos", puesto que "hay unos pocos operadores de compra, muy fuertes, coordinados y con gran poder de decisión, que tiran el precio en origen por los suelos". También se mencionan prácticas comerciales desleales como la venta a pérdidas, el uso del producto reclamo o el fraude en el etiquetado. Otra cuestión que también ha afectado enormemente al sector han sido los aranceles estadounidenses. Con todo, además del hundimiento de los precios, se ha reducido la producción un 30%, con lo que la organización concluye que el olivar ha sido "el sector más vilipendiado durante la pasada campaña".
Respecto a la actuación del nuevo ejecutivo al frente de la Junta, UPA Andalucía ha valorado "la buena disposición de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible", sin embargo añaden que es necesario que los compromisos adquiridos se doten ya de presupuesto y se pongan en marcha. Respecto a la PAC, consideran que se ha cerrado con una buena labor en la gestión de las ayudas directas por parte de la Consejería, pero "no así en cuanto a las ayudas al Desarrollo Rural, que ha sido deficiente". Por último, UPA ha hecho un llamamiento al MAPA para que actúe en su papel de mediador, a través de ENESA, para moderar el incremento del coste en las pólizas de seguros agrarios, que están elevándose mucho debido a las cada vez más frecuentes siniestralidades climáticas, prueba de ello, las inclemencias que durante este último año el sector agrícola ha tenido que padecer.