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El Clúster del Plástico de Andalucía rechaza de forma contundente la propuesta de prohibir la venta de aceite de oliva virgen extra (AOVE) en envases de plástico, tal como propone el Proyecto de Real Decreto de Norma de Calidad del Aceite de Oliva y de Orujo de Oliva del Ministerio de Agricultura. Carece de sentido prescindir de un tipo de envase que goza de numerosas ventajas frente al vidrio, el metal o la cerámica. De hecho, el PET, el material plástico más utilizado en el envasado de AOVE, es totalmente seguro y mucho más económico que otras alternativas. Se trata de un material seguro, inerte y libre de Bisfenol A, que protege al AOVE de agentes externos.
La gran ventaja del plástico respecto a otras alternativas es que su coste es mucho menor. De hecho, el propio sector productor de aceite de oliva se ha posicionado en contra de esta prohibición, como ya han manifestado la Sectorial Nacional de Aceite de Oliva Virgen Extra con Denominación de Origen o la organización agraria ASAJA. El factor precio es fundamental, ya que aceites de oliva de calidades inferior y otros tipos de grasas alimentarias no estarían sujetos a esta prohibición, lo que les confiere una enorme ventaja en cuanto a precio y competitividad en el mercado. De esta forma, una medida que teóricamente busca favorecer el aceite de oliva virgen extra podría acabar reduciendo su consumo y afectando de forma significativa a la renta que perciben los agricultores.
Además, el uso de material plástico como packaging es mucho más sostenible que el vidrio. Diversos estudios han demostrado que el proceso de fabricación de un envase de vidrio presenta una huella de carbono superior a uno de plástico. A ello hay que sumar que, para el mismo envase, el peso del plástico es varias veces menor, lo que supone también menos emisiones contaminantes en el transporte del producto. El polímero empleado para envasar aceite de oliva es totalmente reciclable e incluso puede ser parcialmente fabricado con materiales reciclados o de origen renovable. Además, el Clúster recuerda que el vidrio no es idóneo para los envases de gran tamaño y no entiende que el proyecto de Real Decreto rechace el plástico para envases medianos y sí lo acepte para las monodosis. De hecho, la versatilidad y excepciones características del plástico lo convierten en el único material que es válido para todos los formatos en los que se comercializa actualmente el AOVE. Pero las ventajas van mucho más allá porque además, dado su bajo peso, se adapta a requisitos beneficiosos para grupos especiales de consumidores (colectivo de la tercera edad, canal HoReCa, personas con discapacidad...) y permite la expansión a nuevos sistemas de comercialización. Además en la actualidad la investigación y la innovación en el sector del envase es continua; se trabaja en proyectos que persiguen crear envases activos que alarguen aún más la vida útil de los alimentos sin necesidad de añadir conservantes, y a un futuro algo mayor, con materiales biodegradables.
El Clúster del Plástico de Andalucía admite que se utilice el envase y su material, como estrategias de Marketing y diferenciación para atraer al consumidor, ya que no dejan de ser artes lícitas y respetables, pero en ningún caso, que sean los argumentos que sustentan los criterios de la nueva legislación de uso obligado para todo el sector, en este caso del AOVE, argumentos apoyados en la alarma social generada injustamente contra el plástico, que más que apoyar a la cultura del reciclado parece que pretendiera que las industria se adapte al “usar y tirar”. El PET cumple escrupulosamente todas las especificaciones que recoge el Proyecto de Decreto Ley para los envases de AOVE, por lo que no hay ninguna razón científica para llevar a cabo esta prohibición.
Desde el Clúster del Plástico de Andalucía una de las consecuencias inmediatas son desde el punto de vista de generación empleo estable, ya que el sector industrial del plástico genera miles de puestos de trabajo.
En cuanto a la gestión de residuos, para el Clúster si lo que se pretende es erradicar un problema, es necesario solventar la causa que lo produce, y no contrarrestar sus consecuencias. El problema no es el plástico, sino la mala gestión de sus residuos. El plástico de un solo uso es un material 100% reciclable, sólo es necesario aumentar la concienciación de la ciudadanía para que depositen los envases en el contenedor amarillo y facilitar así su recogida y tratamiento. Por ello, desde el Clúster del Plástico de Andalucía abogamos por aumentar la sensibilización entre la sociedad en lugar de llevar a cabo prohibiciones de uso, que nos retornarían a los años 60 del siglo XX. El plástico es un material de una enorme utilidad y versatilidad, tal y como se ha demostrado en la actual situación de emergencia sanitaria, ya que casi todos los equipos de protección (mascarillas, guantes, viseras, batas…) están fabricados con materiales plásticos. Hoy en día, no existe otra alternativa que permita la fabricación rápida, masiva y económica de cualquier tipo de producto.