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La CNMC ha aprobado un informe sobre el Proyecto de Real Decreto (PRD) por el que se desarrolla la aplicación de la normativa de la UE que regulará la comercialización en el sector del aceite de oliva. (IPN/CNMC/023/20).
Para España, el sector del aceite de oliva es estratégico, ya que es el primer productor mundial. Así, acumula el 45% de la producción total y el 60% de la producción de la UE. Por su parte, el consumo nacional de aceite de oliva se mantiene estable, ya que el olivar se caracteriza por el fenómeno de la vecería, con alternancia de producciones anuales altas y bajas.
En la campaña 2018/2019, España alcanzó una cifra récord de producción de unas 1.790.000 toneladas (t). Actualmente, para la campaña 2019/2020 se estima una caída de la producción de un 16,6% con respecto a la anterior. En cuanto a los precios, destaca una caída continuada del precio del aceite de oliva virgen extra en las dos últimas campañas.
La normativa analizada tiene como objetivo regular la oferta del mercado de aceite de oliva y con ello mejorar su estabilidad y funcionamiento. No obstante, debe aclararse que la normativa de la UE, actualmente en tramitación (lo que debe ser tenido en cuenta por los posibles cambios que pudieran producirse), no contiene un catálogo de medidas concretas de regulación de la oferta, sino que otorga margen a los Estados miembros para adoptar medidas específicas en sus territorios, dentro de los límites establecidos en el mismo.
El Proyecto de Real Decreto incluye las siguientes medidas para regular la oferta del aceite de oliva: la retirada del producto hasta la campaña siguiente, la planificación de la producción mediante cosecha temprana y la regulación del rendimiento de extracción de aceite de la pasta de aceituna.
Todas ellas tienen un impacto potencialmente importante sobre la competencia, no solo por la amplitud de las medidas concretas de intervención (posible impacto en las campañas completas, posible discriminación por productos, variedades, territorios y operadores…) sino también por el hecho de que, al ser España el mayor productor mundial, tendrán una repercusión destacada en los mercados.
Desde la CNMC se recomienda que se justifiquen de forma rigurosa las medidas propuestas de acuerdo con los principios de necesidad y proporcionalidad. Y se incluyen adicionalmenteuna serie de recomendaciones:
1.- Evaluar las medidas de intervención contempladas (retirada, planificación y regulación del rendimiento) atendiendo a los siguientes parámetros:
- Realizar un diagnóstico completo, presente y futuro, de la situación del mercado.
- Plantear un orden de preferencia y una evaluación posterior (ex post) de las medidas previstas.
- Mejorar la interacción entre lo previsto en este PRD y la normativa de la UE en lo referente a las actuaciones durante los periodos de desequilibrios graves en los mercados.
2.- Justificar suficientemente, tanto los elementos previstos en la norma de comercialización (objetivo, medidas aplicables, campaña de comercialización, regiones incluidas, productos afectados, operadores elegibles, obligaciones y controles), como los supuestos en los que pueden activarse las medidas contempladas.