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A nivel planetario, actualmente se consumen 248 millones de toneladas de aceites y grasas vegetales y animales, de estas, el 80 % se destinan a uso alimentario, bien sea humano o animal, mientras que el restante 20 % se destina a la industria de biotecnología, elaboración de biocombustible, etc.
Centrándonos en el total de grasas animales y vegetales, es decir a esos casi 250 millones de toneladas, los aceites de oliva que son de forma conjunta 3,1 millones de toneladas supondría tan solo el 1,25 % del total, si se retiran los aceites destinados a consumo industrial, es decir para elaboración de biocombustibles, biotecnología, etc. los cuales especialmente son de palma, colza y soja, el porcentaje que supone el aceite de oliva sería del 1,56 % del total de grasas animales y vegetales destinadas a uso alimentario animal y humano, y siguiendo este proceso, si eliminamos de la ecuación las grasas animales y sebos de pescado, el resultado sería de 1,7 % del total de los aceites y grasas vegetales son aceites de oliva.
En total cada humano digiere por año del orden de 25 kg de aceites y grasas, de los cuales, tan solo 400 gramos son aceites de oliva, como se señala en el boletín de Olivarum de la Fundación Caja Rural de Jaén.
Tengamos también en cuenta que por cada humano se destina a uso distinto del alimentario casi 6,5 kg de aceites y grasas, que realmente sí son alimentarios, y especialmente a la elaboración de biocombustibles.
El consumidor internacional, tipo, de aceites de oliva, es un varón, generalmente religioso, pues los católicos, budistas y creyentes musulmanes, consumen más aceites de oliva que el resto de ciudadanos del mundo.
Este señor tiene entre 49 y 75 años, con varios hijos, un nivel de estudios medio o alto, un rango de renta media, adquiere aceites de oliva vírgenes. En su mayor parte lo compra en PET, y en supermercado, y lo usa fundamentalmente como producto crudo para aderezar o añadir a ensaladas, tostadas, etc.
En su mayor medida, más del 70 %, lo consume dentro del hogar, y cuando lo hace fuera del hogar, donde también consume, suele tomarlo en bares y restaurantes en más de la cuarta parte de las ocasiones.
El próximo mes de septiembre se presentará un estudio que recoge estas conclusiones, y ampliará el conocimiento del comportamiento del consumidor internacional de aceites de oliva.