Revista
La Fundación Dieta Mediterránea celebró el pasado 2 de noviembre la jornada ¿Cómo la Dieta Mediterránea puede ayudar a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible?, donde se resaltó la necesidad de impulsar la transición alimentaria hacia la sostenibilidad y potenciar las alianzas entre las administraciones, el sector empresarial y la sociedad civil teniendo en cuenta la salud de las personas y del planeta.
El encuentro en el Palau de Pedralbes de Barcelona, en colaboración del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya. La Fundación Dieta Mediterránea está comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, en este sentido, reunió a representantes del sector privado y público para sensibilizar a las empresas y sociedad de la importancia de conseguir cumplir con la Agenda 2030 y poder contribuir a impulsar este cambio global.
La Fundación Dieta Mediterránea incorpora a sus líneas estratégicas de promoción de un estilo de vida sano, saludable y sostenible los Objetivos de Desarrollo Sostenible, comprometiéndose en su difusión y consecución.
El compromiso de las empresas
En la primera mesa redonda quedó patente el compromiso empresarial en cumplir las ODS tras la crisis de la Pandemia. En ella participaron, José Luis Bonet, presidente de Cámara de Comercio de España, Valentí Roqueta, presidente de la Asociación Vinícola Catalana, Felipe Campos, consejero delegado de Aigües de Barcelona, Mauricio García Quevedo, director general de la FIAB, Constantí Serrallonga, director general de Fira de Barcelona y Jordi Valls, director general de Mercabarna.
José Luis Bonet apuntó que la sostenibilidad tiene un carácter estratégico porque genera nuevas oportunidades de negocio, impulsa una mayora eficacia operativa en la organización y permite a las empresas reforzar las relaciones con sus grupos de interés.
Es fundamental potenciar la colaboración público-privada para impulsar la transición alimentaria hacia la sostenibilidad.
Las alianzas mundiales y las sinergias público-privadas fueron debatidas en la segunda mesa redonda en la que intervinieron Purificación González, subdirectora general de Promoción de los Alimentos de España del MAPA, Arnau Queralt, director del Consell Assessor pel Desenvolupament Sostenible de Catalunya (CADS), Víctor Viñuales, director de ECODES, María González, directora de Enraíza Derechos y George Sandeman, vicepresidente del CEEV. En este sentido, el director del CADS, Arnau Queralt expuso la importancia de la corresponsabilidad y de las agendas compartidas sobre objetivos muy concretos para pasar del puro formalismo. Para Víctor Viñuales, director de ECODES, manifestó la necesidad de cambiar hábitos y construir alianzas, ya que lo que cambia el mundo no son nuestras intenciones, sino hacer y cooperar.
La integración de la alimentación a la construcción de edificios
La última mesa de debate estuvo integrada por Victoria Garriga, arquitecta, Jordi Bort, director general de Llopart, Chiara Gai, directora de innovación y sostenibilidad de la Escuela de Hostelería de Barcelona (ESHOB) y Marta Rivera, profesora de investigación del CSIC-Ingenio.
Todos ellos estuvieron de acuerdo con el afirmar que los ODS deben integrarse a todos los ámbitos: desde la alimentación a la construcción de edificios.
El presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, Francisco Martínez Arroyo resaltó que, tras este concepto de vida y modelo de alimentación y considerada la más sostenible del mundo, están los pescadores, agricultores y ganaderos “que deben tener rentabilidad en sus explotaciones y deben formar parte del proceso de toma de decisiones de los consumidores”. Además, incidió en la importancia de visualizar bien el etiquetado, porque en él se debe reflejar la “esencia del producto y la vinculación con el territorio”. De ahí la importancia de las denominaciones de origen o las indicaciones geográficas protegidas y las palabras ‘Dieta Mediterránea’, que son fundamentales.
Es importante trasladar el mensaje de la historia de cada alimento, porque la Dieta Mediterránea no es solo alimentación, sino una forma de comprender el entorno, de relacionarnos, de disfrutar del consumo de proximidad y estacionalidad y seguir transmitiendo nuestra historia y patrimonio cultural.