Revista
El sector de envases ha experimentado en los últimos años importantes cambios, todos ellos determinados por los gustos de los consumidores, la calidad del contenido que contienen y la sostenibilidad de éstos. El año 2020, ha traído un cambio en las pautas de consumo y una preocupación constante por la reciclalidad de los envases, así como la facilidad de uso y transporte. El crecimiento del e-commerce y apertura de nuevos mercados de consumo, hacen que los productores, en este caso de aceite de oliva, busquen nuevos formatos de envase que les garantice mantenimiento de la calidad, facilidad de transporte y respetuosidad con el medio ambiente. Hablamos del Bag in Box® , como una nueva tendencia en los envases para AOVEs.
El sistema de envasado Bag in Box® surgió hace más de 50 años en Estados Unidos y más tarde fue desarrollado en Australia. Consiste fundamentalmente en colocar un producto líquido dentro de una bolsa cerrada con una válvula para su dosificación, y dicha bolsa se introduce dentro de una caja cerrada. Como nos señala Tamara Castrillón Rodríguez, del departamento de Tecnologías del Envase de ainia, en la Guía de Envase.
La principal característica del envase Bag in Box® es que permite conservar el producto envasado con todos sus atributos de calidad ya que la bolsa se contrae a medida que se vacía, impidiendo de esta manera el contacto del producto con el aire. Además aísla y protege el producto envasado de la luz que también puede alterarlo.
Pueden consultar el informe completo en el número 183 de Óleo.