Revista
Un estudio reciente, liderado por profesionales del Centro de Salud de Cartagena, el Centro Base de Bienestar Social y la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha, destaca la importancia de la educación nutricional en la prevención y el manejo de enfermedades metabólicas. La investigación publicada en la revista científica Nutrición Hospitalaria confirma que una intervención educativa nutricional desde Atención Primaria mejora significativamente la adherencia a la Dieta Mediterránea en pacientes con diabetes tipo 2 mal controlada.
Contexto del estudio
En las últimas décadas, los cambios en el estilo de vida han propiciado un alejamiento del patrón de la dieta mediterránea, favoreciendo el consumo de alimentos ultraprocesados y el sedentarismo. Esta transición ha contribuido al aumento de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), como la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), elevando la incidencia de enfermedades cardiovasculares, principal causa de morbilidad y mortalidad en el siglo XXI.
La investigación buscó evaluar el impacto de una estrategia educativa nutricional en Atención Primaria sobre la adherencia a la dieta mediterránea y el control metabólico en pacientes diabéticos.
Metodología
El estudio observacional y cuasiexperimental se realizó entre 2018 y 2019 en 93 pacientes con diabetes tipo 2 y mal control glucémico (HbA1c ≥ 7%), atendidos en varios centros de salud de Albacete y Cuenca. La adherencia a la dieta mediterránea se evaluó mediante el cuestionario MEDAS-14 al inicio y tras seis meses de intervención. Durante este periodo, los pacientes recibieron educación nutricional en consultas médicas y de enfermería.
Se analizaron variables como edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), glucemia basal y hemoglobina glucosilada, estableciendo su relación con la adherencia dietética.
Resultados principales
Antes de la intervención, la adherencia a la dieta mediterránea era baja, con una puntuación media de 7,44 ± 0,22 en el test MEDAS-14. Las mujeres mostraban una mejor adherencia (7,66 puntos) que los hombres (7,1 puntos). A pesar del alto consumo de aceite de oliva, se detectó un elevado consumo de productos procesados (bebidas azucaradas, mantequilla, dulces comerciales) y un bajo consumo de frutas, pescado y frutos secos.
Tras la intervención educativa, la adherencia a la dieta mediterránea mejoró significativamente, aumentando en 1,09 ± 2,56 puntos hasta alcanzar una media de 8,55. Los hombres presentaron un incremento ligeramente mayor (8,7 puntos) en comparación con las mujeres (8,4 puntos). Entre los cambios más destacados se encuentran el aumento del consumo de carne blanca, aceite de oliva, frutos secos y verduras, así como la reducción del consumo de productos ultraprocesados.
Conclusiones
El estudio demuestra que una intervención educativa nutricional desde Atención Primaria favorece la adopción de hábitos alimentarios más saludables en pacientes con diabetes tipo 2. Esta mejora en la adherencia a la dieta mediterránea se traduce en un mejor control metabólico, lo que refuerza la importancia de la educación nutricional como herramienta clave en la prevención y el manejo de enfermedades crónicas