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La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de finales de octubre de 2024 ha golpeado duramente al sector olivarero en varias regiones de España, particularmente en Andalucía, Cataluña y Castilla-La Mancha. Las intensas lluvias, pedriscos y fuertes vientos han afectado tanto a las producciones actuales como al potencial de las campañas futuras.
Desde Ava-Asaja Asociació Valenciana d'Agricultors, destacan los daños en los olivares, especialmente en zonas tradicionalmente productoras, suponen una grave pérdida para el sector oleícola español, no sólo en términos económicos, sino también en cuanto a la sostenibilidad de las explotaciones familiares que dependen de este cultivo.
Ayudas específicas para el sector olivarero
El Gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas para apoyar a los olivicultores afectados por la DANA:
El reto para el sector olivarero
La DANA no solo ha afectado las producciones de este año, sino que también ha puesto en riesgo las campañas futuras al dañar los árboles y su capacidad productiva. Estas ayudas son esenciales para garantizar la recuperación del sector olivarero, pero también para sentar las bases de una mayor resiliencia ante fenómenos climáticos extremos.
Además, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha solicitado a la Unión Europea activar la reserva de crisis agrícola para liberar fondos adicionales que beneficien a los olivicultores y otros sectores afectados.
Un sector clave en proceso de recuperación
El olivar, un cultivo fundamental en la economía y el paisaje rural de España, necesita apoyo inmediato y sostenido. Las ayudas anunciadas son un paso en la dirección correcta, pero será crucial evaluar su implementación y asegurar que los agricultores afectados puedan retomar su actividad lo antes posible, adaptándose al desafío creciente del cambio climático.