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La campaña de aceite de oliva 2024/2025 en Toscana llega a su fin con resultados dispares. Aunque la calidad de las aceitunas es excelente y la ausencia de la temida mosca del olivo ha favorecido la producción, los rendimientos han sido bajos, especialmente en octubre, debido a las lluvias y la sequía estival. Esto ha generado una situación crítica en el sector, con unos costes de recolección disparados entre un 30% y un 40% respecto al año anterior. Esta combinación de factores ha puesto a los productores ante una disyuntiva: dejar las aceitunas en el árbol o cosechar a un precio elevado que no asegura la rentabilidad.
Valentino Berni, presidente de la Cia Toscana, ha destacado que, a pesar de una buena producción y una calidad excelente del aceite, los bajos rendimientos han sido uno de los principales problemas de la campaña. “Necesitamos inversiones en infraestructura y tecnología para modernizar el sector y mejorar la competitividad de nuestras explotaciones”, ha afirmado Berni. Este año, la producción de aceite ha sido buena, especialmente en las zonas del interior, pero los costes de cosecha y la escasa rentabilidad continúan siendo un desafío.
Costes de recolección: un reto económico
El precio de la recolección ha aumentado considerablemente debido a los bajos rendimientos. En algunas zonas, como la provincia de Florencia, cosechar un quintal de aceitunas puede costar entre 50 y 80 euros, lo que afecta gravemente al precio final del aceite. Según Sandro Piccini, presidente de Olivicoltori Toscani Associati (OTA), con estos costes de recolección y los rendimientos de solo 10%, muchos productores prefieren dejar las aceitunas en el árbol, lo que agrava aún más la crisis.
La OTA ha procesado este año más de 25.000 quintales de aceitunas, frente a los 6.000 quintales del 2023, pero incluso en zonas productivas, los rendimientos fueron inferiores al promedio habitual, con un 7-8% en octubre que sólo mejoró ligeramente a 13-14% a finales de noviembre. “La recolección no es rentable con estos bajos rendimientos y los elevados costes. Es un verdadero drama para muchos productores”, afirma Piccini.
Calidad del aceite y precios en ascenso
A pesar de los bajos rendimientos, la calidad del aceite de oliva virgen extra producido en Toscana es excepcional, y el mercado está viendo un aumento de los precios. Actualmente, el precio al por menor oscila entre 15 y 18 euros el litro, mientras que el precio al por mayor se encuentra entre 10,30 y 11 euros. El aceite ecológico también ha experimentado una ligera subida en su precio. Para Filippo Legnaioli, presidente de la Almazara Grevepesa (San Casciano Val di Pesa), esta campaña ha sido “satisfactoria en términos de producción” y la calidad es excelente. “No hubo ataques de mosca del olivo y la calidad media del aceite es muy alta”, subraya Legnaioli.
Sin embargo, los bajos rendimientos siguen siendo un obstáculo. En Grevepesa, los rendimientos pasaron del 8-9% en octubre a 10,5-11% en noviembre, muy por debajo de la media habitual de 14%. Los costes de recolección se han visto aumentados, lo que ha tenido un impacto directo en los márgenes de beneficio de los productores.
Retos futuros: mano de obra y sostenibilidad
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el sector oleícola toscano es la escasez de mano de obra cualificada. Según Berni, el problema de la recolección se agudiza debido a la falta de trabajadores disponibles a precios sostenibles, lo que impacta directamente en la rentabilidad del aceite. “El coste de la mano de obra ya afecta al 80% del precio final del aceite”, afirma Berni, quien insiste en la necesidad de encontrar soluciones innovadoras para garantizar que los productores puedan seguir siendo competitivos en el mercado global.
El futuro del aceite de oliva en toscana: inversiones y eficiencia
La solución a estos problemas, según los expertos, pasa por invertir en infraestructuras que optimicen la cadena de suministro, desde la recolección hasta la comercialización del aceite. Legnaioli también ha destacado que la modernización de las almazaras y la mejora de las técnicas de recolección son esenciales para asegurar la rentabilidad del sector a largo plazo. A pesar de las dificultades, la calidad excepcional del aceite toledano y la demanda creciente en los mercados internacionales siguen siendo un motor clave para el futuro del sector.