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Un estudio pionero llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha identificado un compuesto natural presente en las aceitunas negras, el ácido β-resorcílico, como una prometedora alternativa terapéutica para combatir la obesidad y la enfermedad hepática grasa asociada a disfunción metabólica (MASLD). La investigación ha mostrado que la suplementación oral de este compuesto fenólico en ratones con obesidad inducida por dieta consigue una pérdida significativa de peso, sin afectar la masa muscular.
El poder antiobesidad de las aceitunas negras
El ácido β-resorcílico, un compuesto fenólico que también se encuentra en algunas bayas, ha demostrado tener efectos de pérdida de grasa en modelos murinos, según el estudio publicado en la revista BBA - Molecular Bases of Disease. “La reducción de peso lograda proviene de una disminución en la masa grasa, preservando la masa muscular”, afirma María Elena Díaz, investigadora del Centro de Investigación Biomédica de la UGR.
La acción del ácido β-resorcílico en el organismo actúa tanto en el metabolismo mitocondrial del tejido adiposo blanco como en el hepático, donde fomenta la beta-oxidación y la degradación de triglicéridos. Además, este compuesto natural previene la acumulación de grasa blanca y la esteatosis hepática, al tiempo que mejora la homeostasis de la glucosa al reducir la resistencia a la insulina.
Aplicaciones futuras: desde nutracéuticos hasta suplementos nutricionales
La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la UGR ya ha solicitado y obtenido una patente para este descubrimiento, con extensión en Europa, Estados Unidos y México. La proyección del grupo de investigación es desarrollar tanto aplicaciones terapéuticas para la obesidad y MASLD, como nutracéuticos y suplementos alimenticios para un consumo más amplio y preventivo. En los próximos años, los investigadores también planean profundizar en el conocimiento de este compuesto, así como en su combinación con otros tratamientos antiobesidad.
Un descubrimiento con impacto en salud global
El avance en este campo, destaca Elena Díaz Casado, investigadora del Departamento de Fisiología de la UGR, “respalda el potencial del ácido β-resorcílico para convertirse en una opción terapéutica segura y eficaz contra la obesidad”. Este compuesto ofrece una alternativa esperanzadora frente a tratamientos actuales que a menudo presentan efectos secundarios, y abre nuevas perspectivas en el desarrollo de terapias para la obesidad, un problema de salud global en aumento.