Revista
La Dirección General de Agricultura y desarrollo Rural de la Comisión Europea publicó el pasado mes de febrero, una base de datos que presenta una descripción general de los métodos de Gestión Integrada de Plagas (GIP) actualmente disponibles, que anteponen todas las herramientas disponibles a la utilización de los productos fitosanitarios, reduciendo al mínimo posible su utilización. Esta base de datos va acompañada de un estudio que evalúa su eficacia y las perspectivas de una mayor adopción. Todo ello elaborado con el enfoque de salvaguardar la seguridad alimentaria y garantizar ingresos viables a los agricultores por su producción ante el control de las plagas que afectan a los cultivos y plantas, minimizando los riesgos para las personas y el medio ambiente.
Dicha base de datos, se presenta en una plataforma de modelado de datos de economía de recursos que incluye alrededor de 1.300 ejemplos de prácticas, técnicas y tecnologías basados en ocho principios de GIP establecidos a nivel internacional y de la UE y 273 “directrices específicas para cultivos” desarrolladas por las autoridades nacionales y los organismos públicos de los Estados miembros para implementar los requisitos de GIP en virtud de la Directiva sobre el uso sostenible de plaguicidas.
Esta herramienta pretende inspirar a las autoridades nacionales, asesores agrícolas, etc., para desarrollar e implementar enfoques de GIP después de adaptarlos a las condiciones agrícolas y agroclimáticas locales/regionales, actualizándose periódicamente con ejemplos adicionales.
La presente caja de herramientas representa un esfuerzo de este tipo para promover y apoyar el uso de GIP por parte de los agricultores, como lo requiere la Política Agrícola Común, pero también más allá de esta, de forma voluntaria.