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Taiwán, al igual que otros países asiáticos, ha comenzado a cambiar sus preferencias en el consumo de aceites buscando otras opciones de productos más saludables. Tendencia que puede convertirse en una oportunidad para para las empresas españolas de aceite de oliva, como se refleja en el estudio de mercado realizado por la Cámara de Comercio de España en Taiwán.
El mercado taiwanés del aceite de oliva se caracteriza por su pequeño tamaño, donde el consumo no está muy extendido. Las importaciones de aceite de oliva virgen han mostrado una tendencia positiva en los últimos años, consecuencia del mayor conocimiento que tiene la población del producto tras las primeras décadas de comercialización en la isla. El aceite de oliva refinado, sin embargo, muestra un potencial más modesto, por su imagen menos asociada con la salud, aunque su sabor más ligero sea más acorde al paladar taiwanés.
En cuanto a la procedencia de estas importaciones, los datos de los últimos años muestran que los claros líderes del mercado en Taiwán son España, Italia y Grecia. Estos tres países juntos representaron el año pasado el 93,24 % de las importaciones totales de aceite de oliva virgen y el 83,07 % de las importaciones de aceite de oliva refinado.
Si bien la percepción del aceite de oliva español ha mejorado en los últimos años, la mayoría de los consumidores taiwaneses siguen asociando este producto con Italia. Este desconocimiento del papel de líder que ostenta España en la producción mundial de aceite de oliva se debe, en parte, al hecho de que el producto italiano fue el primero en comercializarse en la región. Asimismo, el elevado número de restaurantes italianos presentes en la isla favorece al posicionamiento del artículo italiano, que se percibe como característico de la gastronomía mediterránea.
Cabe destacar el incremento de cuota de mercado de España hasta llegar a un 51,42 % frente a un 30,85 % en el año 2018. En cuanto a los precios medios de venta de los últimos años, el crecimiento paulatino de los precios en general apunta a una premiumización del producto a largo plazo.
Canales de venta
Respecto a los puntos de venta, los supermercados han logrado posicionarse como los destinos favoritos de los consumidores taiwaneses para adquirir los productos de cocina de compra regular. Los hipermercados, por su lado, se están viendo amenazados por la rápida expansión de los supermercados y han crecido en menor medida durante los últimos años. Destaca el aumento que se ha producido en las ventas de los supermercados, pasando de un 40,8 % en 2018 a un 51,7 % en 2021. Una de las razones de este crecimiento fue debido a las restricciones impuestas en la isla entre los meses de mayo y agosto, en los que los restaurantes sólo podían ofrecer sus servicios en forma de comidas para llevar, lo que impulsó a los consumidores a elaborar sus platos desde casa. De esta forma, los clientes dependían de los supermercados para comprar artículos de primera necesidad, favoreciendo las ventas de los supermercados.
El canal de venta online también se ha visto favorecido como consecuencia de la pandemia aumentando considerablemente su presencia entre los canales de distribución. Asimismo, los consumidores incrementaron sus ventas por internet, optimizando más sus viajes, comprando al por mayor y haciendo listas para realizar menores viajes a los supermercados.
Producto nicho
Más allá de las predicciones numéricas, el mercado no muestra signos de un elevado nivel de madurez, ni de un crecimiento que vaya a llevar a ello. El aceite de oliva continúa siendo un producto de nicho, ajeno en la mayoría de las cocinas taiwanesas y que en restauración tiene muchas veces un valor más ornamental que culinario. La madurez en general de la economía y sociedad taiwanesa induce a desestimar posibles cambios bruscos en los hábitos de consumo.
El desarrollo del mercado de aceite de oliva, si bien seguirá creciendo hacia una progresiva premiumización, colocando el aceite como un producto gourmet, de nicho, de alto precio y demanda y comercialización selecta. Sin embargo, esto no tiene por qué impedir su comercialización en grandes superficies y su uso general. Lo que se quiere indicar es que no alcanzará una posición de liderazgo como aceite de cocina frente a los aceites preferidos, tales como el de soja, sésamo y colza.
La oportunidad que presenta el aceite de oliva español es la comercialización como producto premium orientado a segmentos altos, ofertando aceite embotellado bajo marcas españolas con el objetivo de obtener un reconocimiento progresivo en la isla, situando el producto en un paradigma de pequeños formatos, altos precios y puntos de venta más exclusivos.