Revista
El pasado mes de febrero, Zuheros (Córdoba) acogió el I Congreso de Oleoturismo de la Subbética con el objetivo de promover la cultura del AOVE. Una acción más que necesaria en esta zona que también se conoce como el corazón de Andalucía y que desde hace un tiempo ha encontrado la fórmula para maridar de una forma perfecta su oferta turística con los grandes y reconocidos aceites de oliva virgen que producen.
Andalucía huele a olivos así que está claro que por su corazón solo puede correr sangre dorada y así sucede en el centro geográfico de esta comarca formada por catorce pueblos que se unen en lo que denominamos la Subbética Cordobesa. Pero no hablamos de un AOVE cualquiera, sino de la explosiva fusión del fruto que ofrecen sus olivos milenarios y de una tradición aceitera que ha trascendido generaciones y que siempre ha sabido mantener una excelencia y una calidad intachables. No en vano en los municipios de la Subbética Cordobesa confluyen las tres de las Denominaciones de Origen de AOVE con más premios y mejor valoradas tanto nacional como internacionalmente. Luque, Zuheros, Doña Mencía y Cabra se encuentran dentro de la D.O. Baena mientras que Lucena, Rute, Iznájar, Encinas Reales y Benamejí conforman la D.O. Lucena. Este triángulo se cierra con la D.O. de Priego de Córdoba integrada por las localidades de Almedinilla, Carcabuey, Fuente Tójar y Priego de Córdoba. Un pequeño rincón de la Andalucía interior, del corazón andaluz, que guarda tres grandes denominaciones de origen en AOVE.
Innovar en Oleoturismo
Desde hace un tiempo, a la experiencia habitual de los viajeros de visitar las almazaras para hacerse con este preciado oro líquido, la Subbética Cordobesa ha sabido ir añadiendo una serie de iniciativas relacionadas con este sector situándose en innovación a la cabeza del oleoturismo.
Tal y como explica Nuria Yáñez, directora técnica de Almazaras de la Subbética, “toda actividad económica, incluida la agroalimentaria es susceptible de beneficiarse de las sinergias que puedan generar el dinamismo de la actividad turística al ser esta la más transversal de todas”. El excelente clima que envuelve a los tradicionales y milenarios olivos permite dar rienda suelta a un sinfín de actividades para toda la familia. Y es que practicar oleoturismo en la Subbética Cordobesa dispara nuestros cinco sentidos.
No hay nada como pasear y perderse por las Sierras Subbéticas, declaradas como Geoparque Mundial de la UNESCO, para conocer los frutos sobre los que se cimentan estos exquisitos AOVES. Su secreto en algunas ocasiones se guarda en las altas montañas donde la producción es casi totalmente artesanal y muy limitada creando unos aceites naturales de un sabor muy potente y especial. Un paisaje de estampas inolvidables que el viajero puede realizar a pie o también en bicicleta. Además, esta zona también cuenta con la conocida como la Vía Verde del Aceite que sigue el trazado del antiguo Tren del Aceite y que se extiende durante 58 km.
El reportaje completo se encuentra disponible para su lectura en el número 192 de Óleo.