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La industria de alimentación y bebidas frenó su crecimiento en 2022 debido a la situación inflacionista en nuestro país y en los mercados exteriores. El aumento de los costes productivos a causa del agudo aumento del valor energético, de los transportes y de las materias primas, entre otros factores, han limitado la trayectoria positiva del sector.
Es una de las principales conclusiones que se desprende del Informe Económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que recoge las principales magnitudes del sector durante 2022, elaborado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La producción crece, pero a menor ritmo
Durante 2022, la producción real de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 144.955 millones de euros, alcanzando un crecimiento del 1,5%. Esta tasa muestra la contención de la actividad de la industria, si la comparamos con el promedio de la tasa de crecimiento de la producción real entre 2015 y 2019, (obviando los años 2020 y 2021, excepcionales por la situación del COVID-19) que se situó en el 4,5%.
Este escenario de aumento de precios, junto a las medidas adoptadas para la contención de la inflación como las subidas de los tipos de interés, ha llevado a los hogares a la contención de sus gastos y a modificar sus patrones de consumo. Así, el volumen del consumo se ha retraído hasta los 66.294 millones de euros (-1,1%). De igual forma, sucede con el gasto medio por persona en el hogar, que refleja una caída del -1,8% (1.427€) con relación al mismo periodo de 2021.
A pesar de todo, la industria de alimentación y bebidas continúa siendo el sector industrial con mayor fortaleza en España. El Valor Añadido Bruto se ha cifrado en 29.786 millones de euros, un crecimiento del 13,9% que, una vez ajustado el efecto de los precios, quedaría en un 4,1%. De esta manera, el peso del sector representa el 19,3% de la industria manufacturera y cerca del 2,5% del total de la economía española.
Los alimentos y bebidas, enclave de estabilidad laboral
En términos de empleo, la industria ha arrojado un comportamiento favorable, mostrando su fortaleza en este plano. La radiografía laboral muestra un avance en el número de afiliados a la Seguridad Social del 3,2%, es decir, 454.800 empleos directos, y lo hace con ritmos superiores al crecimiento de la industria manufacturera, que se situó en el 2,4%.
Acorde, además, con las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de ocupados también mejoró sus datos. Así, tanto en términos de ocupación como de afiliados, las cifras totales de 2022 no solo han superado las sumas previas a la pandemia, sino también han marcado un registro histórico.
Es significativo el avance del mercado laboral hacia puestos de trabajo cualificados, donde casi un tercio del conjunto de los trabajadores cuenta con estudios universitarios o de formación profesional. Concretamente, en el ámbito de la I+D, hay que destacar el papel de la mujer, pues el 48,9% del total del empleo en I+D en el sector es femenino, y si atendemos a la rama de la investigación, la mujer gana cuota de representación por encima del 52%.
El mercado exterior se resiente por la inflación
La pérdida de dinamismo económico global ha repercutido en las exportaciones de los alimentos y bebidas españolas. El valor de las ventas al exterior de los alimentos y bebidas experimentó un aumento del 9% hasta alcanzar los 41.643 millones de euros. Sin embargo, este crecimiento no se corresponde con el volumen exportado, que se contrajo un -7,2%.
La inseguridad general de la economía, el fuerte impacto de la inflación y todos los problemas logísticos y de transporte han impactado las ventas reales y también al número de empresas exportadoras, que se contrajo un -2,3%, hasta las 18.902.
Aun así, el mercado internacional sigue siendo un fuerte pilar para la industria española. Los alimentos y bebidas continúan representando una de las ramas de actividad determinante de la contribución del comercio internacional al crecimiento económico. La industria española ha concentrado el 10,4% de las ventas europeas situándose como la cuarta economía exportadora.