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En 2022 se sembraron en Andalucía 246.536 hectáreas de girasol, siendo el segundo cultivo herbáceo de secano en superficie implantado en nuestra región. El dato confirma la importancia de este cultivo de primavera, que juega un papel imprescindible en la programación de las rotaciones de cultivo y ha adquirido relevancia por su contribución al cumplimiento de los crecientes requisitos ambientales de la PAC.
En la actualidad, casi la totalidad de su superficie se cultiva mediante laboreo y, aunque la siembra directa de este cultivo supone una práctica innovadora, se dispone de menos experiencia y su implantación en el cultivo de girasol bajo las condiciones edafo-climáticas que se dan en Andalucía presenta algunas dificultades, principalmente en la nascencia de la planta.
Por este motivo, en el marco de la convocatoria de ayudas a los grupos operativos de la Asociación Europea de Innovación (AEI) en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020, se puso en marcha el grupo operative denominado Mejora de la sostenibilidad del girasol mediante agricultura de conservación (Proyecto GiraSoil). Este proyecto, coordinado por la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEAC.SV), cuenta con la participación de ASAJA-Sevilla junto a un consorcio formado igualmente por la Universidad de Córdoba, el IFAPA, Syngenta, Antonio Tarazona SL y ASAJA-Andalucía.
Entre los objetivos del proyecto destacan la mejora de la nascencia del cultivo mediante la adaptación de la maquinaria y métodos de agricultura de conservación (laboreo en bandas, barredoras de rastrojo, adaptación de sembradoras a condiciones de suelos muy arcillosos), así como evaluar el balance económico, de carbono y de energía para demostrar la viabilidad tanto económica como ambiental del cultivo.