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La firma GEA Westfalia Separator Ibérica, la Universidad de Jaén y Molino del Genil han finalizado el estudio que han llevado a cabo en los últimos meses para comprobar cómo afectan ciertas conductas, subprocesos o etapas del proceso de elaboración del aceite de oliva al contenido en esteres alquílicos. La investigación desarrollada por expertos de la UJA ha demostrado que los esteres alquílicos son susceptibles de ser eliminados mediante centrifugación, una conclusión muy relevante para las almazaras. Este tema tiene una gran importancia para el sector oleícola, ya que la reglamentación europea establece unos novedosos parámetros analíticos que deben cumplir todos los aceites vírgenes extra, en los que el contenido máximo en ésteres etílicos se fija en 35 mg/kg para la campaña pasada (2014-15). Además, se rebajan hasta los 30 mg/kg a partir de la próxima campaña.
Los esteres etílicos se producen por la reacción de los ácidos grasos libres y el etanol que, a su vez, proviene de la fermentación etílica de los hidratos de carbono de la aceituna, es decir, reflejan que, cuanto mayor es este índice, mayor es el deterioro del fruto por procesos especialmente de fermentación.
En esta iniciativa impulsada por GEA Westfalia, el equipo investigador de la Universidad de Jaén, formado por los profesores Manuel Moya y María Teresa Ocaña, y la becaria de investigación Sonia Alcalá, ha realizado pruebas industriales en la almazara Molino del Genil de Écija con el objetivo de determinar la influencia que la centrífuga de discos ejerce sobre la calidad de los aceites de oliva vírgenes.