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Ante el resultado del referéndum en Gran Bretaña en el que ha vencido la opción de abandonar la Unión Europea, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA, ha mostrado su lamento. Los agricultores creen que el brexit genera dudas e incertidumbres que provocarán pérdidas económicas en todo el continente. El Reino Unido es uno de los principales mercados para los productos agrícolas y ganaderos españoles y las rupturas “siempre traen problemas”, aseguran desde UPA. Según las últimas cifras, España exportó a Gran Bretaña el 5,1% de sus alimentos no procesados y es el sexto país exportador de alimentos en general, con el 3,2% del total.
En materia oleícola, nuestro país es el principal exportador de aceite de oliva al Reino Unido, siendo cada vez mayor su aceptación por parte del mercado británico, a pesar de la elevada competencia de otros aceites vegetales más baratos, y del consumo tradicional de mantequilla y margarina en la cocina británica.
De este modo, UPA ha declarado sentirse “decepcionada y apenada” por la decisión que han tomado todos aquellos que han votado por la opción del leave. Para esta organización agraria, la Unión Europea ha permitido que disfrutemos del sector agroalimentario que tenemos hoy en día, que es “el mejor del mundo”. “Menos Europa y menos Unión significará relaciones comerciales más complejas y volátiles, y en ningún caso será beneficioso para nuestro país”, aseguran.
Por su parte desde COAG indican que “la gravedad de este hecho sin precedentes y la crisis política e institucional abierta, puede afectar de lleno a la agricultura española y europea”, y recuerdan que “la agricultura es la única política común de la Unión y que la política agraria se decide y se desarrolla en Bruselas, siendo comunitaria la mayor parte de los fondos que la financian”.
“La decisión política del Reino Unido para abandonar la UE puede afectar de forma importante a medio y largo plazo a nuestro sector agroalimentario. Los hombres y mujeres del campo no tenemos responsabilidad alguna en esta deriva, pero sin embargo, podemos volver a ser los paganos principales de la crisis que se pueda producir. En este sentido, exigimos a la UE la máxima protección para el mantenimiento de nuestras explotaciones y de las rentas agrarias. Es responsabilidad de toda la UE preservar el modelo social y profesional de agricultura, mayoritario en Europa y en nuestro país, la seguridad y la soberanía alimentaria de la UE”, ha subrayado Miguel Blanco, secretario general de COAG.
Previsiblemente, en lo que queda de década (hasta 2020), se tendrá que negociar la salida del Reino Unido y se irán constatando los efectos del Brexit. Durante este período de negociación, las relaciones comerciales con el Reino Unido, la aplicación de la PAC y el marco financiero, deberían permanecer sin cambios.
A partir de que se materialice la salida, todo dependerá de los acuerdos que se establezcan de forma bilateral con el Reino Unido, del status que mantenga dentro del mercado único europeo, de la parte del acervo comunitario que siga asumiendo, de los tratados comerciales que Reino Unido pueda suscribir con países terceros, etc. A este respecto, ahora mismo todo son incertidumbres, porque no están establecidos los planteamientos políticos para iniciar la negociación.
Con respecto a la Política Agraria Común, aunque el Reino Unido aporta aproximadamente el 10,5% del presupuesto comunitario, esta cifra se reduce a un 5% en materia agrícola o lo que es lo mismo casi 3.000 millones de euros anuales.
El Reino Unido perderá los fondos de la PAC, más de 3.000 millones de euros del primer pilar sólo en 2015 y más de 5.200 para los programas de desarrollo rural dentro del periodo 2014-2020. Dado que ahora habrá que revisar toda la política financiera, la PAC se verá afectada necesariamente. El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, vicepresidente de los agricultores europeos en el COPA, va a solicitar a esta organización que elabore un exhaustivo estudio de impacto del brexit en la agricultura de todo el continente.